El inversor ha levantado su fortuna mediante la reestructuración de compañías en apuros
El inversor estadounidense Wilbur Ross, reconocido internacionalmente por hacer fortuna mediante la reestructuración de compañías en apuros, ha admitido este martes su interíés en activos de los bancos españoles, donde considera que se ha empezado a reconocer la magnitud de los problemas. "Puede que el próximo año sea el de España", apunta el magnate en una entrevista con Bloomberg, recogida por Europa Press, donde asegura que "prácticamente cada semana" mantiene contactos con representantes de grandes entidades españolas.
"Hemos estado haciendo un montón de trabajo en España, le hemos dedicado mucho esfuerzo y tiempo, pero todavía no hemos invertido dinero en España", añade Ross sin identificar sus potenciales objetivos. En este sentido, el magnate destaca que España "aún tiene que pasar la catarsis del sector inmobiliario", lo que necesitará tiempo. "No síé si serán seis meses más, doce meses o lo que sea, pero en algún momento podríamos muy bien hacer algo en España", reconoce.
"España, en muchos sentidos es un país muy, muy interesante (...) pero pensamos que solo ahora están reconociendo la magnitud de los problemas, ya que hasta este momento han estado negando la realidad", advierte. De este modo, el inversor apunta la posibilidad de invertir cuando se requiera inyectar capital despuíés de que los activos de la banca hayan sido traspasados al banco malo, denominado Sareb.
Wilbur Ross, cuya fortuna personal, según la revista Forbes asciende a 2.300 millones de dólares (1.770 millones de euros), ha aprovechado la crisis para adquirir participaciones en entidades cuya viabilidad ha sido posible gracias al dinero de los contribuyentes. Así, Ross controla a travíés de su firma de inversión, WL Ross & Co., el 10% del Bank of Ireland, así como participaciones en varios bancos regionales de EEUU que recibieron fondos públicos, y se ha asociado recienemente con el millonario británico Richard Branson para adquirir parte del negocio de Northern Rock, primera entidad nacionalizada en Reino Unido tras el estallido de la crisis financiera.
España alcanzó este verano un acuerdo con sus socios europeos para recibir un príéstamo de hasta 100.000 millones de euros destinado a sanear las entidades del país.