La incertidumbre de las entidades españolas, principalmente el colectivo de cajas de ahorros, está beneficiando claramente a distintos bancos extranjeros afincados en nuestro país.
No sólo los grandes grupos nacionales, como Banco Santander, BBVA, Popular o Caixabank, están mejorando sus cuotas de mercado en la gestión de depósitos este año, principalmente desde mayo, sino que las filiales de grupos foráneos están incrementado su peso en este segmento de actividad.
En concreto, los seis principales beneficiados se han llevado un mínimo de 11.000 millones de euros en cuatro meses, según los últimos datos publicados por la AEB. Este es el negocio visible, porque, según fuentes del sector, existe una vía oculta: la correspondiente a la fuga de dinero a otros países. Muchos clientes, explican las mismas fuentes, están abriendo cuentas directamente en el extranjero, a travíés de estas filiales.
Las grandes fortunas y las empresas son especialmente sensibles con el riesgo y la incertidumbre. Pero en esta crisis tambiíén lo están siendo los particulares. Todos los colectivos se interesan por la seguridad de su dinero y, cuando les puede la inquietud, actúan en consecuencia.
La movilidad de recursos desde mayo, momento en que estalló la crisis de Bankia y posteriormente se solicitó el rescate para el sector bancario a Europa, ha ido en aumento. Además de este efecto de inestabilidad, la migración se exacerbó por una cuestión meramente tíécnica derivada de la degradación de la calificación de la calidad crediticia de parte del sector.