La compañía Manganese Bronze, que fabrica los emblemáticos taxis negros de Londres, anunció hoy que mantiene conversaciones con varios inversores potenciales, interesados en rescatar a la empresa de su delicada situación financiera.
Manganese Bronze sufre píérdidas desde hace cuatro años, debido a problemas en la cadena de montaje y a una caída de un 9,1 por ciento de sus ventas en el Reino Unido en el último año.
Esta situación se vio agravada además por el descubrimiento de errores en la contabilidad de los seis primeros meses del año.
Según informa hoy la prensa británica, la compañía ha recurrido a la consultora PricewaterhouseCoopers para que le ayude a encontrar un inversor tras fracasar sus intentos de conseguir financiación a travíés de un críédito con la firma Geely, con la que comparte una sociedad conjunta en China y una fábrica en Shanghai, en la que fabrican taxis para el mercado internacional.
De acuerdo con la consultora, hasta el momento ha habido un "altísimo e inusual interíés" por Maganese Bronze, por parte de posibles inversores de Europa y otras partes del mundo.
"Inmediatamente hemos comenzado a negociar con una lista muy esperanzadora de partes interesadas, británicas e internacionales", afirmó Matthew Hammond, administrador de PricewaterhouseCoopers.
Este movimiento se produce, además, poco despuíés de detectar problemas en la caja de dirección de su nuevo modelo TX4, lo que obligó a la empresa a suspender temporalmente la venta de estos vehículos y a retirar de la circulación 400 ejemplares ya vendidos.
"Nuestra prioridad inmediata es asegurar la financiación para poder explorar rápidamente opciones de desarrollo que permitan resolver el problema con la caja de dirección", apuntó Hammond.
Manganese Bronze emplea en la actualidad a 277 personas, la mayoría de ellas en su sede central, situada en Coventry (norte de Inglaterra).
En la actualidad, circulan por Londres alrededor de 22.000 taxis negros de Manganese Bronze, a los que se suman otros 18.000 repartidos por el resto del Reino Unido.