El pensamiento general de un inversor es que el comportamiento de una determinada acción durante varias semanas puede depender de la dirección de la sorpresa a la hora de anunciar o prever sus resultados.
Es decir, si una empresa da una sorpresa positiva en cuanto a sus resultados, superando las estimaciones del consenso, es de prever que sus acciones suban en las siguientes semanas y viceversa.
A menudo, los inversores ven esto como una forma de ganar dinero fácil: se ponen largos en las sorpresas positivas y cortos en las negativas.
Pero, un exhaustivo estudio acadíémico realizado por Somnath Das, Kyonghee Kim y Sukesh Patro, pone de relieve que una de esas dos operativas no es correcta. Por extraño que parezca, la norma indica que tanto las acciones que sorprenden negativa como positivamente, suben en los 30 días posteriores al día siguiente de presentar resultados.
En el gráfico adjunto señalamos el día de presentación de resultados como x=0. El valor x=-30 (extremo izquierdo) representa 30 días anteriores a la presentación de las cuentas y x=+30 (extremo derecho) el día 30 tras resultados.
La línea roja representa la media de comportamiento de las compañías que superaron las estimaciones. La línea verde las que cumplieron con las previsiones y la línea azul las compañías que defraudaron.
Como se puede ver en el gráfico adjunto, tanto las compañías que superaron los pronósticos como las que defraudaron mostraron un comportamiento alcista tras el primer día de negociación despuíés de la presentación de resultados.
Pero hay otra derivada del estudio. Las compañías que se comportaron mejor en los 30 días anteriores a la presentación de resultados, suelen superar las estimaciones del mercado y seguir subiendo en los 30 días posteriores. Por contra, las compañías que se comportan peor que el mercado en los 30 días anteriores a la presentación de cuentas, suelen defraudar las expectativas.
Conclusión: 1) En general, tanto las acciones que dan noticias positivas como negativas, suelen comportarse mejor que el mercado un día despuíés de presentar resultados, y 2) las compañías que se comportan mejor que el mercado en los 30 días anteriores a la presentación de sus cuentas suelen batir las estimaciones y seguir superando el comportamiento relativo de su índice de referencia.