Por... SARAH DiLORENZO
PARIS -- El gobierno francíés prometió el martes 20.000 millones de euros (25.000 millones de dólares) en críéditos fiscales para las empresas dentro de un "pacto de competitividad" con el que espera fomentar la innovación y reducir el desempleo, aunque no alcanza las metas trazadas por un informe reciente para dar una terapia de choque a la economía.
El anuncio del plan tiene lugar un día despuíés de que se presentara el informe encargado por el gobierno al empresario Louis Gallois, ex presidente de la empresa matriz de Airbus, EADS, según el cual, la moribunda economía nacional necesita una gran sacudida para permanecer globalmente competitiva.
El primer ministro Jean-Marc Ayrault dijo que el plan gubernamental -que incluye un fondo de 500 millones de euros para la pequeña empresa- pondrá al país "de vuelta en el corazón de la economía mundial".
"Este nuevo modelo francíés consistirá en hallar la fórmula para crear empleo nuevamente y no será más financiada mediante díéficits permanentes", indicó.
Empero, el plan gubernamental se ha quedado corto en algunas de las recomendaciones del informe de Gallois y genera temores de que el presidente socialista Francois Hollande no estíé haciendo lo suficiente para reactivar la economía.
Por ejemplo, una exención fiscal de 20.000 millones de euros será adoptada en tres años -con 10.000 millones disponibles en el 2013 y el resto en los dos próximos años-. Gallois recomendó en su informe al gobierno que las exenciones deberían tener lugar en uno o dos años para lograr el máximo efecto.
Francia encara varios desafíos económicos importantes, entre ellos un desempleo del 10,8%, y las regulaciones laborales que dificultan el despido a grado tal que desalientan la contratación. El crecimiento económico es inexistente y en las últimas semanas varias empresas anunciaron que despedirán a miles de trabajadores.
Francia no ha realizado las drásticas reducciones presupuestarias y reformas adoptadas por sus vecinos, pese a ser uno de los países del mundo con mayor gasto gubernamental. Los sindicatos y las empresas negocian ahora la reforma del mercado laboral, aunque debido a lo delicado del tema entre los franceses, es difícil pronosticar un resultado.