El Tesoro Público intentará captar hoy entre 3.500 y 4.500 millones en bonos a tres, cinco y 20 años, según consta en la página web del organismo adscrito al Ministerio de Economía y Competitividad.
De hecho, el organismo aprovechará la mejora de los mercados para emitir bonos a 20 años, aunque la cantidad subastada en este papel será baja y la emisión se concentrará en el papel a tres años y, sobre todo, a cinco años.
En concreto, el organismo subastará bonos con cupón del 3,75% y vencimiento a 31 de octubre de 2015, obligaciones con cupón del 5,75% y vencimiento a 30 de julio de 2032 y una nueva referencia de bonos a cinco años con cupón del 4,50%.
Esta será la primera emisión que realiza el Tesoro tras la reelección de Barak Obama en EE UU y despuíés de conocer las últimas previsiones económicas de la Comisión Europea, que plantean cifras más pesimistas que el Gobierno y auguran que España no cumplirá los objetivos de díéficit.
Según fuentes del mercado, el organismo no emite papel por encima de los diez años desde el mes de julio de 2011, cuando sacó al mercado obligaciones a quince años. En aquella ocasión, el Tesoro colocó 814 millones con un interíés marginal del 6,22%, el más alto desde el año 1997. Esa subasta se celebró poco despuíés de que se publicaran las primeras pruebas de resistencia a la banca y cuando se negociaba el segundo plan de rescate a Grecia. En esos meses, la prima de riesgo rondaba los 320 puntos básicos, aunque tras el verano de 2011 rozó máximos que forzaron la intervención del Banco Central Europeo (BCE) con el anuncio de subastas de liquidez para rebajar la tensión sobre la deuda de países perifíéricos.
El panorama económico ha cambiado considerablemente desde entonces, aunque la prima de riesgo se sitúa ahora 100 puntos por encima del nivel de julio del año pasado, al moverse en el entorno de los 430 puntos.
A lo largo de 2012, la prima de riesgo ha vuelto a marcar máximos y ha llegado incluso a superar la barrera de los 600 puntos. De hecho, las tensiones en los mercados forzaron al Gobierno español a pedir ayuda para sanear la banca y a aprobar numerosos ajustes a cambio.
Pese al rescate de la banca, las tensiones siguieron aumentando y forzaron al BCE a anunciar un programa de compra de bonos en el mercado secundario para generar cierta calma entre los inversores, que ahora esperan pacientes y sin grandes sobresaltos la petición de ayuda por parte de España.
El bálsamo del BCE
De hecho, el alivio que ha proporcionado el BCE a España está retrasando el rescate, que puede que no se solicite hasta el año que viene, al tiempo que ha garantizado el íéxito de las últimas subastas del Tesoro, que ya ha colocado el 96% de la deuda a medio y largo plazo que tenía previsto emitir en 2012.
Así, el organismo ha decidido aprovechar el bálsamo del BCE para vender bonos a 20 años a los inversores, un papel poco habitual en su cartera. De hecho, sí vendió entre 1998 y 2011 obligaciones a 30 años, aunque optó por centrarse en el corto plazo durante los meses más duros de la crisis.
En cualquier caso, la mayor apuesta del organismo hoy será en bonos a cinco años, ya que centrará gran parte de la emisión en este tipo de papel, que suele tener buena acogida entre los inversores