Los ministros de Economía de la zona euro se reunirán en un Eurogrupo el próximo 20 de noviembre para decidir cómo aligerar la carga de la deuda de Grecia, cerca de 327.000 millones de euros, de los que 128.000 están en manos de los países del euro.
En lo único que coinciden el Fondo Monetario Internacional como el Eurogrupo es en que en estos momentos Atenas no va a poder situar su ratio de deuda/PIB en el 120%_en 2020. A partir de aquí, en el cuánto y el cómo reducir esa carga, es donde se libra la batalla. Las posiciones no pueden estar más enfrentadas. Y así lo dejaron ver Jean-Claude Juncker, presidente del Eurogrupo, y Christine Lagarde, directora gerente del FMI, en la rueda de prensa posterior.
Juncker aseguró que están barajando retrasar la fecha para alcanzar el objetivo del 120% del PIB a 2022, para así no tener que aplicar una quita al principal. Pero mientras el luxemburguíés decía eso, Lagarde, sentada a su lado, hacía muecas de extrañeza. Como si no supiera de lo que se estaba hablando.
Cuando le tocó su turno, la directora gerente del FMI_respondió a una pregunta sobre si una quita del principal está encima de la mesa con un “todas las avenidas están abiertasâ€. Y por si no hubiera quedado claro la distancia que separa una posición de otra, en una pregunta posterior, Juncker aseguró que ve “muy difícil†que el sector público asuma una reestructuración de la deuda.
Juncker prometió ayer una solución dentro de ocho días. Pero las posturas, de momento no pueden estar más distanciadas. Además, hay un elemento nuevo en la discusión que va a enturbiarla. Grecia va a obtener una prórroga de dos años para alcanzar su superávit estructural del 4,5% del PIB (de 2014 a 2016). Pero esto costará a las arcas del Eurogrupo unos 18.000 millones en necesidades extra de financiación. Sumados a los 15.000 millones de más que ya se necesitaban, la factura final es de 33.000 millones.
El Eurogrupo tambiíén pide a Atenas que implemente “urgentemente unas pocas accionesâ€, que permitirán liberar el siguiente tramo del rescate griego: 31.300 millones de euros.
Según explicó Olli Rehn, comisario de Asuntos Económicos de la UE, Grecia logrará evitar el default de los 5.000 millones de euros en Letras a tres meses que vencen el viernes que viene. De momento, los bancos helenos podrán comprar 3.400 millones de euros en una emisión nueva de Letras. De dónde sacará Grecia los otros 1.600 millones de euros son una incógnita.
En este sentido, Juncker se ha mostrado tan tajante como poco sutil: "No les voy a decir cómo, pero no va a haber ningún problema el 16 de noviembre". Solo queda hacer un acto de fe en el luxemburguíés.