La octava huelga general desde la reinstauración de la democracia ya está aquí. Pero, como novedad, se produce en el peor momento de la economía española desde hace más de medio siglo. Y la consecuencia no puede ser otra que un hartazgo social que han canalizado -y capitalizado- los sindicatos mayoritarios en la calle.
Nunca antes se habían convocado dos huelgas generales en apenas ocho meses. Nunca antes la Confederación Europea de Sindicatos (CES) había hecho coincidir una huelga general en cuatro países (España, Portugal y, parcialmente, en Grecia e Italia) y, al mismo tiempo, manifestaciones en Francia, Polonia o la República Checa. Y nunca antes se había producido un malestar social tan general contra el actual sistema político.
La rebelión contra la legislación que regula los desahucios ha hecho de caja de resonancia de esta nueva huelga general, cuyo objetivo declarado es la convocatoria de un referíéndum sobre los recortes, pero que va mucho más allá. Supone devolver al movimiento sindical al primer plano de la actividad política, al menos durante 24 horas. Y por eso, UGT y CCOO no se han cansado de repetir que no se trata de sólo de un paro laboral, sino de un movimiento de protesta social contra los recortes.
Pero tampoco, nunca antes, la madrugada de una huelga general como la de este miíércoles había sido tan tranquila. O dicho en otros tíérminos, nunca antes se habían producido menos incidentes reseñables en las calles y en los tajos; ni siquiera en los mercados centrales (salvo algunos aislados en Mercabarna), que tradicionalmente han dado el pistoletazo de salida a las huelgas generales.
Todo ello, confiere al 14-N -por ahora- una gran ‘normalidad’ dentro de lo singular que es llamar al paro a 14,2 millones de asalariados. Entre otras cosas, porque sindicatos y las distintas administraciones han pactado en casi todos los casos los servicios mínimos en el transporte y en los servicios públicos esenciales (sanidad o centros educativos). Todo es tan ‘habitual’ que la demanda de energía elíéctrica se situaba a las 2:30 horas de la madrugada en 20.954 megavatios, alrededor de un 8,4% por debajo del nivel previsto por la compañía, según datos de Red Elíéctrica de España (REE). Es decir, en línea con otras convocatorias. Igual que las habituales concentraciones ante la sede central del PP, en la calle Gíénova.
El resultado, por el momento, y pasadas las primeras horas de la madrugada, son fábricas con escasa actividad en el último turno, transporte público funcionando a medio gas a partir de la medianoche y, además, un amplio debate social sobre la conveniencia de la huelga general lanzada por CCOO, UGT, que esta tarde tendrá su prolongación en decenas de manifestaciones convocadas en las principales ciudades españolas. Algunas cadenas, como Telemadrid y Canar Sur, dejaron de emitir a las 12 en punto de la noche, mientras que el canal 24 horas de TVE sólo emitía material enlatado, salvo breves boletines informativos cada hora. Pero no hubo apagón general. Ni recogida de basuras en muchas ciudades.
La huelga por sectores
La huelga, y como es habitual, está teniendo por el momento mayor incidencia en los centros industriales, y, según UGT, empresas de la alimentación como Heineken, La Casera, Colebega, Danone, Campofrío, Frudesa, Icecream Factory, Panrico y Bimbo pararon durante la noche al 100%. En el sector energíético grandes empresas como Iberdrola, Repsol, Elcogas, Endesa, y CLH han parado tambiíén al 100%. En el sector químico Sepiolsa, Teknia, Danosa y SAS tambiíén la secundaron, siempre según UGT. En el caso de Petronor, Michelin, Bridgestone, SOS, Virto, Magna, un alto porcentaje del turno de noche tambiíén secundó la huelga, dejando la producción en un porcentaje mínimo.
Entre las principales obras de construcción en las que los trabajadores han decidido hacer huelga, el paro fue absoluto, según los sindicatos. Mientras que en cementeras como Portland, Cemex, Hormicemex, Cementos Molins, ocurrió lo mismo. Como en Roca (Madrid y Vigo), y el sector de la madera, como Puertas Norma (Soria) o Maderas Iglesias (Vigo).
Poco antes de la medianoche, por ejemplo, la entrada de camiones de mercancías a Mercamadrid transcurría "con normalidad", salvo los ligeros retrasos ocasionados por la presencia de piquetes informativos y la restricción de accesos al mercado, según la patronal. En cuanto a las fábricas de automóviles, en la planta de General Motors-Opel en Figueruelas (Zaragoza) sólo accedieron a la factoría, informa Efe, los servicios mínimos pactados entre el comitíé de trabajadores y la dirección de la empresa, según los sindicatos.
Además, la huelga se ha dejado notar en la factoría de PSA Peugeot Citrí¶en de Vigo donde, a falta de datos oficiales de seguimiento en el turno de noche, los sindicatos hablan de "dificultades" para que puedan arrancar las líneas de producción. Por su parte, los trabajadores del turno de noche de la planta de Volkswagen (VW) en Navarra, que tiene unos 4.400 empleados, tambiíén han secundado de "forma masiva" la huelga, valoraron los sindicatos.
Como curiosidad, el PSOE mantendrá cerrada su sede de la calle Ferraz de Madrid durante la jornada convocada para este miíércoles y no ha fijado servicios mínimos para los trabajadores de su Grupo Parlamentario ni en el Congreso ni en el Senado.