En las últimas semanas ha quedado patente la predilección de los inversores por los activos más seguros. El dólar, el bund alemán o el oro han sido un imán para conseguir capear el temporal y alejar las incertidumbres latentes en Europa (con el foco centrado una vez más en Grecia) y en EE.UU. (a vueltas con el abismo fiscal, que debe quedar resuelto a final de año).
Así las cosas, como si fuera una competición por medallas, el oro y la plata han metido la sexta marcha y se encuentran sumidos en un rally con inmejorables perspectivas de cara a los próximos meses. En el caso del oro, acumula un repunte de más del 10% en el año y cotiza a 1.729 dólares la onza. El activo refugio por excelencia es una apuesta segura para los expertos. Según se desprende de la última reunión de la London Bullion Market Association, mayorista en la negociación de lingotes de oro y plata, las perspectivas para el oro de cara al próximo año sitúan la onza en 1.849 dólares, casi un 11% más que los niveles actuales.
Este optimismo en las perspectivas se debe, principalmente, a tres factores, según afirman los analistas de XTB Trading. El primero apunta a la ya mencionada predilección por la seguridad entre los inversores. "La renta variable y la renta fija han perdido brillo frente a algunas commodities. Todavía hay pendientes numerosas incógnitas por resolver de cara al final del año y muchos inversores prefieren asumir menos riesgos".
El segundo motivo se refiere a los flujos de oferta y demanda. "Según los últimos estudios, las reservas de oro están cayendo, dado que cada vez se encuentran menos yacimientos y, por tanto, la oferta disminuye. Esto ha impulsado los precios al alza". En el caso de la plata, un tercio de la producción mundial se sitúa en Míéxico y Perú (Polonia tambiíén cuenta con un papel destacado, pero sensiblemente menor). Estos países todavía generan incertidumbres, a la vista de que tienen un amplio desarrollo por delante.
En tercer lugar, materias primas como el oro o la plata son un buen termómetro de las tensiones inflacionistas. Si hay mucha liquidez en el mercado la cotización sube y esta es la situación en que nos encontramos a día de hoy, en medio de los efectos de la tercera ronda de estímulos emprendida por la Reserva Federal estadounidense (QE3). Los precedentes hablan por sí solos. Desde que se anunciara el QE2 a finales de agosto de 2010 tras la reunión anual de Jackson Hole, el oro experimentó una subida hasta finales de abril de 2011 del 24%, mientras que la plata repuntó un 165%, su mayor rally en los últimos 20 años.
"Los procesos monetarios expansivos calientan a oro y plata mediante la ilusión que se crea con las medidas expansionistas, apuntan desde IG Markets". Así, estos expertos consideran que la plata contará con un mayor potencial alcista, a medida que se vayan despejando las dudas en torno al llamado fiscal cliff. Entre el conjunto de inversores que mantienen abiertas posiciones en estos metales preciosos en IG, un 84% mantiene posiciones largas en el oro y un 88% en la plata.
"Si la plata -que hoy cotiza a 32,5 dólares- no cae por debajo de 26 dólares en los próximos meses, sólo se puede hablar de trayectoria alcista. En el caso del oro, no son descabelladas las previsiones de 1.850 dólares el año próximo, si bien será difícil romper la resistencia de los 1.800", afirman desde XTB.
Dos vías para invertir
Una de las formas más sencillas y económicas para apostar por oro o plata es mediante CFD. Las ofertas a la hora de abrir posiciones en casas como IG oscilan entre una inversión mínima de un euro para contratos referenciados en euros y hasta más de 1.350 para contratos standard.
Otra forma de invertir en oro es a travíés de ETFs o fondos cotizados. Existen dos clases de ETFs: los de ríéplica física, que invierten en oro adquiriendo el metal, y los de ríéplica sintíética, que adquieren futuros sobre el metal dorado para componer su cartera. Estos últimos tienen ventajas y desventajas ya que, por un lado, son más líquidos que los que adquieren el metal físicamente pero, por otra parte, pueden tener diferencias significativas con el retorno del subyacente en el mercado actual debido al coste de dichos futuros. Tambiíén existen ETFs inversos, que sirven para aprovecharse de la tendencia bajista del mercado.