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La Comisión Europea creará un programa de suministro de alimentos para el período 2014-2020, con un fondo de dos mil 500 millones de euros a partir de iniciativas financiadas por los Estados miembros, anunciaron hoy autoridades comunitarias.
Se trata de una alternativa para los europeos golpeados por la crisis económica y víctimas de la pobreza y exclusión social, ascendentes a 116 millones- más de una quinta parte de la población total-, de los cuales unos 40 millones sufren carencia de alimentos y algo más de cuatro millones están sin techos.
El presidente del ejecutivo comunitario, Josíé Manuel Durao Barroso, valoró de positiva la iniciativa y el apoyo de los bancos alimentarios al considerar que la región demanda nuevos mecanismos de solidaridad y de recursos para ayudar a los desfavorecidos.
No obstante, reconoció que el monto propuesto sólo beneficiará a la díécima parte de los 40 millones de personas más afectadas por la pobreza dentro del bloque.
Afirmó sentirse confiado en que tanto los 27 Estados miembros de la Unión Europea como la Eurocámara aprobarán el nuevo proyecto, para aliviar la situación de penuria de los más necesitados en un breve plazo.
Durante 2010 la Federación Europea de Bancos de Alimentos fue responsable del 51 por ciento de los productos distribuidos, procedentes del actual programa comunitario de reparto gratuito de alimentos, que caducará en 2013 y será reemplazado por el nuevo instrumento propuesto.
El aporte de cada país europeo será de un 15 por ciento del costo de sus planes nacionales de lucha contra la pobreza, y las autoridades estatales podrán distribuirlo entre asociaciones con fines sociales u organizaciones no gubernamentales.
El sistema comunitario de reparto de alimentos, inicialmente llamado Programa Europeo de Ayuda para los Más Necesitados (PEAD), está activo desde 1987 y en un principio se surtía de los excedentes agrícolas.
Pero la progresiva desaparición de esos remanentes hizo que en 2009 la Comisión tuviera que comprar en el mercado el 80 por ciento de los productos para el PEAD.
Ahora apuesta por desvincular el programa de la política agraria común e integrarlo en la partida presupuestaria de políticas sociales, para superar estos obstáculos y garantizar su continuidad despuíés de 2013.
España, uno de los países más beneficiados por ese fondo, recibirá el próximo año cerca de 85,6 millones de euros para costear los planes de reparto gratuito de comida entre los más desfavorecidos.