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Autor Tema: Francia y el euro: una autíéntica bomba de relojerí­a en el corazón de Europa  (Leído 186 veces)

Scientia

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Francia y el euro: una autíéntica bomba de relojerí­a en el corazón de Europa

Fuente: El Economista

Grecia, Portugal, España e Italia son hoy los paí­ses más presionados para acometer reformas y recortes de presupuesto. Todos miran hacia ellos cuando se habla de una amenaza para el colapso del euro. Pero, en un futuro no tan lejano, y si nada cambia, otro paí­s podrí­a estar en el centro de todas las miradas: Francia. "Una bomba de relojerí­a en el corazón de Europa", señala The Economist.

El paí­s ha estado siempre en el corazón del euro y de la Unión Europea. El expresidente Franí§ois Mitterrand defendió la moneda única porque tení­a la esperanza de reforzar la influencia francesa en la UE que de otro modo caerí­a bajo el dominio de una Alemania unificada, señala el semanario.

Sin duda, Francia ha ganado con el euro: pide prestado a tipos históricamente bajos y ha evitado los problemas de los paí­ses perifíéricos. Sin embargo, incluso antes de mayo, cuando Franí§ois Hollande se convirtió en presidente, el paí­s empezó a ceder un mayor liderazgo en la crisis del euro a Alemania. Y ahora su economí­a se ve cada vez más vulnerable. Francia aún tiene muchos puntos fuertes, pero sus debilidades se han puesto al descubierto con la crisis del euro, señala The Economist.

Durante años ha ido perdiendo competitividad frente a Alemania y la tendencia se ha acelerado a medida que los alemanes han reducido costes y emprendido grandes reformas. Sin la opción de la devaluación de la moneda, Francia ha recurrido al gasto público y la deuda, que ronda el 90% del PIB en la actualidad.

El clima de negocios en Francia tambiíén ha empeorado. Las empresas están agobiadas por una regulación laboral demasiado rí­gida, impuestos excepcionalmente altos y por tener las cargas sociales más pesadas de la zona euro. El paí­s tiene menos empresas pequeñas y medianas, los motores actuales de crecimiento y de empleo, que Alemania, Italia o Gran Bretaña.

La economí­a está estancada, se puede volcar en recesión este trimestre y apenas crecerá el próximo año. Más del 10% de la fuerza laboral, y más del 25% de los jóvenes están desempleados. El externo díéficit por cuenta corriente ha pasado de un pequeño superávit en 1999 a uno de los mayores díéficits de la zona euro. En pocas palabras, muy pocas empresas francesas son competitivas, añade el semanario.

El poder de Hollande
Con audacia suficiente, el presidente francíés podrí­a reformar el paí­s, apunta la publicación. Su partido tiene el poder en casi todas las regiones. Y ya ha manifestado su voluntad de que el mercado laboral sea más flexible. Además, esta semana habló incluso de la sobredimensión del Estado y prometió "hacerlo mejor gastando menos".

Pero aunque The Economist piense que podrí­a hacerlo, señala que Hollande sigue pareciendo podo entusiasta. Los gobiernos europeos que han emprendido grandes reformas lo han hecho porque habí­a una profunda sensación de crisis y porque los lí­deres polí­ticos tení­an la convicción de que el cambio era inevitable. Pero nada de eso describe a Francia o a Hollande, puntualiza.

Entre las últimas reformas anunciadas, figura la subida del IVA a partir de 2014. A mediados de septiembre tambiíén anunció un ajuste de 30.000 millones.

Pero lo que está en juego no es sólo el futuro de Francia, tambiíén el del euro, recuerda The Economist. A menos que Hollande demuestre que está realmente comprometido para cambiar la ruta de su paí­s, Francia perderá la fe de los inversores y de Alemania. Varios paí­ses de la Eurozona ya han visto cómo el sentimiento en los mercados pueden cambiar rápidamente, advierte el semanario.