Otra muesca millonaria en el curriculum de Alberto Cortina. El inversor madrileño, una de las primeras fortunas privadas del país, ha conseguido resarcirse de la mala marcha de sus inversiones en España, con la constructora ACS a la cabeza. Sin embargo, fuera de nuestras fronteras, las opciones de hacer dinero son mayores, como ha demostrado con su apuesta en la compañía de moda Michael Kors, con cuya salida a bolsa acumula plusvalías por más de 100 millones de dólares, según fuentes financieras.
A travíés de Northcroft Trading, el financiero llegó a controlar un 2% de la compañía antes de su salida a bolsa, en diciembre de 2011. Tiempo atrás, gracias a las gestiones del colombiano Luis Piedrahita, el principal comercial de los productos de Madoff entre los ricachones españoles, Cortina aprovechó la posibilidad de entrar en el capital de la firma de moda, en plena fase de expansión internacional en el segmento del lujo, cuando todavía era una sociedad privada a la espera de cotizar en los mercados lo antes posible.
Hace casi ahora aun año, Kors debutó en la bolsa de Nueva York (NYSE) con una oferta pública de venta (OPV) que fijó el precio de cada acción en 20 dólares. En base a estos números, el 2% de Cortina valía 73 millones de dólares, porcentaje del que vendió un 0,6% para hacer 20 millones de caja. Doces meses despuíés, el valor de la compañía se ha multiplicado exponencialmente hasta llegar a los 50 dólares por acción, de manera que la participación restante del 1,4% acumula un valor de más de 130 millones de dólares.
El fenómeno bursátil de Kors, que espera cerrar este año con un facturación de cerca de 1.000 millones de euros, ha convertido a este gigante textil en ciernes en una de las salidas a bolsa más rentables de los últimos años. Sin embargo, muy pocos españoles, ni siquiera Alberto Alcocer, se han beneficiado de ese pelotazo. El primo y socio de Alberto Cortina, con quien ha compartido el grueso de sus inversiones, que ahora se concentran en la constructora ACS o la papelera Ence, ha quedado fuera de juego en esta ocasión.
Esta situación, junto a las tensiones vividas en los últimos tiempos por los malos resultados de sus inversiones, ha deteriorado la relación entre los dos primos, según fuentes próximas a los financieros. El pasado mes de agosto, los Albertos tuvieron que vender un 3,5% de su participación en ACS -controlaban el 12,5%- ante la negativa de varios bancos nacionalizados de renovar sus líneas de críédito, que tenían como garantías las propias acciones de la constructora, cuyo valor en bolsa se ha desplomado desde el comienzo de la crisis.
Gracias al pelotazo conseguido en Michael Kors, la capacidad de Cortina para afrontar la refinanciación de sus posiciones es más desahogada que la de Alcocer, lo que habría provocado, según explica su entorno, disparidad de criterios entre los dos primos a la hora de seguir una misma estrategia para sus inversiones conjuntas, donde comparten problemas. Sólo a travíés de Invernelin Patrimonio, por ejemplo, instrumental a travíés de la cual controlan el 8,6% de ACS, acumulan deudas superiores a 500 millones de euros.
Mientras tanto, Cortina sigue hechizado con su inversión en la firma de lujo. El financiero madrileño ha acompañado a la firma de moda en su desembarco en España, donde el pasado mes de mayo abrió tienda en la cotizada calle de Serrano, eje de la conocida milla de oro de Madrid, un hito en el que su mujer Elena Cuíé hizo de anfitriona durante la visita del diseñador Michael Kors. Queda claro que los tiempos del dinero fácil en terreno propio pasaron a mejor vida. Salvo que el banco malo permita lo contrario, los pelotazos están fuera.
