Grandes inversores internacionales han empezado a preparar ofertas por una participación del 20% en la sociedad que agrupa las redes elíéctricas de Iberdrola en Reino Unido, en una operación que puede reportar unos ingresos de más de mil millones de libras (1.240 millones de euros) a la compañía española.
Fondos de pensiones británicos y canadienses, fondos soberanos de Asia y Oriente Medio y sociedades de inversión en infraestructuras están interesados en tomar una posición minoritaria en Scottish Power Energy Network Holdings, nombre de la filial de Iberdrola.
Entre los candidatos figuran el fondo de pensiones de BT, The Universities Superannuation Scheme (fondo de pensiones de los empleados de las universidades británicas), Ontario Teachers Pension Plan, Borealis Infrastructure Fund, el billonario Li Ka-shing y Abu Dhabi Investment Authority (Adia). Algunas de estas firmas podrían formar consorcios para pujar.
Fuentes de Iberdrola no realizaron comentarios sobre la operación. Otras personas cercanas a la empresa española aseguran que el proceso formal de venta de la red británica no se ha iniciado, aunque admiten la existencia de inversores interesados en ese activo.
Iberdrola pone tres condiciones para llevar adelante la transacción. La primera es el mantenimiento del control accionarial y la gestión de Scottish Power Networks en manos de la elíéctrica española. Por ello, se plantea vender sólo alrededor de un 20% del capital. La segunda es que el precio permita obtener una prima significativa sobre el valor regulado de los activos de esa sociedad, que asciende en total a 4.000 millones de libras. De ahí que los interesados en esa participación minoritaria deban poner sobre la mesa más de mil millones de libras.
Y la tercera es que el comprador contribuya durante los próximos ejercicios a financiar el plan de inversión de la empresa de redes. Entre 2012 y 2014, Iberdrola prevíé desembolsar 2.290 millones de euros en sus líneas británicas de transporte y distribución, ritmo inversor que se mantendrá en ejercicios posteriores. Sería bienvenido que el nuevo socio aporte, además de capital, fórmulas para financiar ese esfuerzo sin que pese demasiado en el balance de Iberdrola.
Menos deuda
Todo el diseño de la operación tiene el objetivo final de contribuir a que el grupo español avance en su programa de reducción de deuda, desde los 32.000 a los 26.000 millones de euros al final de 2014. En principio, Iberdrola no ha incluido en su plan de negocio la posible venta del 20% de su red británica. El grupo prevíé obtener 2.000 millones en los próximos dos años con el traspaso de negocios no estratíégicos, como los parques eólicos en varios países europeos.
La operación en Reino Unido se enmarcaría dentro de la posibilidad abierta por Iberdrola de vender participaciones minoritarias en activos que sí son estratíégicos.
Los analistas creen que la empresa elíéctrica española tiene una oportunidad única de capitalizar el gran interíés de los inversores por las infraestructuras británicas. En los últimos dos años, ha habido un gran número de compraventas de activos de redes de energía, agua y transporte en Reino Unido, ya que se trata de negocios con un marco legal y rentabilidad estables.
Iberdrola calcula que la rentabilidad anual futura de sus inversiones en las redes elíéctricas británicas se situará por encima del 7%. En 2011, Scottish Power Networks logró un beneficio neto de 196 millones de libras.