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El presidente Barack Obama retomará hoy las negociaciones con el Congreso de Estados Unidos para alcanzar un pacto sobre el llamado abismo fiscal, tras regresar de una gira por tres países de Asia.
Al retornar de este primer viaje al exterior (Tailandia, Myanmar y Cambodia) despuíés de su reelección el pasado 6 de noviembre, Obama se topa con las mismas posiciones encontradas entre demócratas y republicanos.
Un sondeo del periódico USA Today y la compañía Gallup reveló que casi el 80 por ciento de los encuestados considera como "extremadamente trascendental o muy importante" que los legisladores republicanos, independientes y demócratas lleguen a un acuerdo.
La líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, reiteró el domingo que solo apoyará un acuerdo para impedir el abismo fiscal si se aumentan los impuestos a los más ricos, pero los respublcanos son contrarios a esta idea.
Durante una entrevista al programa This Week de la cadena ABC, la legisladora respondió con un terminante No a la pregunta de si estaría dispuesta a aceptar que no se incrementaran las tasas impositivas a los acaudalados.
Insistió que el presidente Obama ha sido claro en que "las personas de mayores ingresos tienen que pagar su parte justa".
El tema impositivo es el que ocasiona las mayores fricciones entre ambos bandos. Obama se reunió el viernes último con los líderes del Capitolio con la intención de hallar una salida al problema.
Tambiíén está en juego otra compleja negociación sobre finanzas federales: el techo de la deuda, que ya paralizó al Congreso a mediados de 2011.
Este asunto amenaza ahora con regresar y coincidir con las complicadas discusiones que intentan evitar el precipicio fiscal, considera en el medio digital CNN Money, la analista Jeanne Said.
De igual forma tanto unos como otros tendrán que ponerse pronto de acuerdo y volver a subir el tope del díébito, el cual se encuentra en 16,39 billones de dólares.
Lograr un pacto en el Congreso sería el escenario más adecuado para evitar que el país caiga en el precipicio fiscal, porque de lo contrario se combinarían drásticos recortes de gasto público y el fin de determinadas exenciones de impuestos el 1 de enero de 2013.
Y para Estados Unidos sería volver sobre el camino de la recesión, según auguran no pocos expertos.