Iberdrola y Endesa, competidores y socios en muchas inversiones elíéctricas de miles de millones, están a la gresca. La elíéctrica presidida por Borja Prado ha decidido encargar a Banco Santander la venta del 12% del Medgaz, la sociedad que gestiona el mayor gaseoducto del sur de Europa, al mismo tiempo que Ignacio Sánchez Galán está intentando desprenderse de su 20% del capital.
Aparentemente, el primero que puso en marcha el proceso de desinversión fue Iberdrola, tal y como adelantó El Confidencial el pasado 3 de noviembre. La elíéctrica con sede en Bilbao encargó la transacción a BNP Paribas como parte del plan de vender activos considerados no estratíégicos para reducir la abultada deuda. Su objetivo era obtener unos 150 millones de euros de cash, así como quitarse otros 150 de deuda.
Sin embargo, Endesa ha acelerado su operación para adelantarse a su socio en el accionariado de Medgaz, ya que ambas compiten por los mismos potenciales inversores. La filial española de Enel mantiene contactos a travíés de Banco Santander con varios fondos de infraestructuras, los mismos a los que Iberdrola les ofreció su 20% con la intermediación de BNP Paribas.
Cuando Sánchez Galán se ha enterado de la maniobra de su homólogo de Endesa, ha tratado de convencer a los fondos de que es mejor que compren su participación, ya que al ser superior les da más derechos de voto en el consejo de Medgaz y, en consecuencia, más capacidad para tomar decisiones estratíégicas.
Las espadas están en todo lo alto entre las dos compañías, que pretenden cerrar estas dos desinversiones antes de finales de año. Las prisas son comunes para ambas empresas, debido a que las dos se han comprometido con las agencias de calificación financiera a adelgazar sus balances a toda velocidad en un corto espacio de tiempo.
Así lo ha acordado Iberdrola con Standard & Poor´s y Modoy´s, a las que ha convencido de que le mantengan el rating durante seis meses para vender activos por hasta 2.000 millones y acotar en hasta 6.000 su deuda de 32.000 millones de aquí a 2014. En el caso de Endesa, el compromiso es por parte de su matriz, Enel, que se ha puesto manos a la obra para disminuir en cerca de un 50% su apalancamiento de más de 44.000 millones en cuatro años.
Las ventas de Iberdrola y de Endesa coinciden en el tiempo con la compra de un 10% de Medgaz por parte de Sonatrach a Gas Natural. La multinacional con sede en Barcelona lleva más de un año para intentar cerrar el acuerdo, retrasado en gran parte por los obstáculos que pusieron Iberdrola y Endesa para autorizar la operación.
Los accionistas del gaseoducto tienen derecho preferente en cualquier movimiento de compraventa del capital y al tener que aceptar la transacción entre Sonatrach y Gas Natural solicitaron la convocatoria de una junta extraordinaria para modificar los estatutos. Esos cambios son los que le permiten vender ahora y dejar el accionariado en manos de Sonatrach (26%), Cepsa (20%), GDF Suez (12%) y Gas Natural (10%) a la espera de que se cierren las desinversiones de Iberdrola y Endesa.