BBVA ha cerrado una emisión de cíédulas hipotecarias a cinco años por 2.000 millones de euros, a un interíés de 260 puntos básicos sobre la referencia midswap y tras haber recibido demanda por 2.500 millones de euros. El 90% de los compradores han sido extranjeros, lo que disipa en principio las dudas del mercado sobre la eventual inseguridad jurídica que una reforma de la ley hipotecaria podría acarrear a este producto.
BBVA no emitía cíédulas hipotecarias desde marzo de 2011 y ha recurrido de nuevo a este producto en un día en que el mercado volvía a testar la credibilidad de la deuda española tras la celebración de las elecciones catalanas y cuando hoy se debate en Bruselas un nuevo acuerdo sobre la deuda soberana griega. La entidad que preside Francisco González ha colocado 2.000 millones de euros a cinco años, tras recibir una demanda por 2.500 millones.
La colocación se ha resuelto entre un total de 211 inversores, de los que el 90% son extranjeros. La mitad de ellos son fondos de inversión, otro 20%, bancos y el 30% restante, seguros y bancos centrales, entre otros. Por nacionalidades, el 20% de los compradores son inversores alemanes, y el 20% inversores británicos y franceses, en idíénticos porcentajes. El tipo de interíés ha sido de midswap -la referencia habitual en las colocaciones privadas- más un diferencial de 260 puntos básicos, frente a los 421 puntos básicos a que hoy cotiza la prima de riesgo. "El precio es bastante razonable", apunta un operador de renta fija de una entidad española.
El tipo de interíés y la demanda registrada revelan que el interíés que las cíédulas continúan despertando en el mercado, a pesar de que en las últimas semanas la posibilidad de una reforma de la ley hipotecaria, consecuencia de la alarma social por el problema de los desahucios, había sembrado cierto temor. Los bancos colocadores de la operación han sido Natixis, Barclays, Citi, Deutsche Bank, ING y el propio BBVA.