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El gobierno paraguayo anunció que quiere vender a la multinacional canadiense Río Tinto Alcán la energía adquirida actualmente por Brasil y producida por la hidroelíéctrica binacional Itaipú.
La afirmación fue hecha hoy en un programa televisivo por el presidente Federico Franco quien aceptó que el suministro elíéctrico al gigante productor de aluminio se hará a "precio diferenciado", algo calificado por la oposición como subsidio estatal.
Al confirmar así uno de los más criticados aspectos del acuerdo del Ejecutivo paraguayo con la transnacional, Franco planteó que el precio a conceder a Río Tinto fluctuará entre 40 y 60 dólares el megavatio/hora y lo justificó como aporte a la industrialización del país.
La exviceministra de Energía y Minas, Mercedes Canese, señaló que el costo de producción para Paraguay de la energía es de 60 dólares el megavatio/hora, por lo cual es un hecho el mencionado subsidio a la empresa extranjera.
Sin embargo, el primer acuerdo suscrito con Río Tinto no incluyó ese tema e incluso el viceministro de Minas y Energía, Diego Zavala, afirmó que nada se había analizado todavía con la controvertida empresa.
Paraguay deberá enfrentar la modificación en los tratados con Brasil, su socio en el Mercosur, propietario además del 50 por ciento de la energía proveniente de Itaipú, los cuales incluyen su compra del excedente de la otra mitad no utilizado por la nación guaraní.
En su entrevista televisiva, Franco admitió que la instalación de la planta electrointensiva de Río Tinto en territorio paraguayo no conllevará una significativa utilización de mano de obra paraguaya, algo afirmado inicialmente por los funcionarios gubernamentales.
Finalmente, aseguró que habrá "contaminación cero" del medio ambiente por la señalada planta, pero obvió las denuncias de la falta de un estudio previo y las afirmaciones opositoras de las acusaciones presentadas contra Río Tinto en otros países por esas razones.