EL CAIRO -- La agencia de calificación de riesgo Standard & Poor’s (S&P) rebajó este lunes la nota crediticia soberana de Egipto a largo plazo en moneda local y extranjera de B a B- con perspectiva negativa, debido a la escalada de la tensión política.
En un comunicado, S&P señaló que mantiene en B la calificación a corto plazo y justificó su decisión de bajar la nota de Egipto porque “la tensión social y política se mantendrá probablemente a un nivel elevado a medio plazoâ€.
Según la agencia de calificación de riesgo, las instituciones de Egipto se han visto debilitadas por los últimos decretos del presidente egipcio, Mohamed Mursi, que han aumentado la brecha en el país entre sus seguidores y sus detractores.
Además, S&P considera que la creciente polarización entre los Hermanos Musulmanes y algunos sectores de la población puede debilitar la capacidad de las autoridades de mantener unas finanzas públicas sostenibles, promover el crecimiento equilibrado y responder a nuevas crisis económicas o políticas.
Egipto celebró los pasados 15 y 22 de diciembre un referíéndum sobre la nueva Constitución, cuya redacción levantó políémica ya que las fuerzas liberales y laicas denunciaron que estuvo monopolizada por los islamistas.
Los resultados oficiales del plebiscito todavía no han sido anunciados, pero según los datos preliminares el “sí†se habría impuesto con un 64% de los votos.
En este sentido, S&P indicó que sea cual sea el resultado, los últimos acontecimientos han tenido “un efecto perjudicial en el ambiente político, las instituciones egipcias, y la transición política en su conjuntoâ€.
La agencia subrayó que no ve indicios de que las distintas facciones puedan llegar a un consenso con el que abordar “los retos económicos, fiscales y externos de Egiptoâ€.
Esta situación puede socavar “la voluntad de los donantes y las instituciones multilaterales de críédito de ampliar la ayuda†a Egipto.
S&P concluye que es posible una nueva rebaja de la nota crediticia soberana de Egipto si la agencia llega a la conclusión de que el gobierno es incapaz de evitar el deterioro de los indicadores externos o fiscales.
El aplazamiento de un príéstamo de $4.8 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI), debido a la situación política, puede prolongar, además, la crisis de confianza entre los inversores extranjeros y Egipto.