(N)
La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) tuvo un buen año 2012, porque a pesar de un entorno altamente volátil y de incertidumbre por la situación económica y financiera internacional, recibió a nuevos jugadores y logró ríécords en montos emitidos.
Así, el mercado accionario mexicano se volvió uno de los más atractivos para los inversionistas apoyados por la estabilidad macroeconómica del país y por la confianza de que se logren en esta administración federal cambios sustanciales para la economía mexicana.
Analistas financieros confían en que continuará el atractivo de Míéxico e incluso se estima que el Indice de Precios y Cotizaciones (IPC), principal indicador accionario, podría situarse entre 47,300 hasta 50 mil puntos.
Lo anterior implicaría que el mercado accionario mexicano logre ganancias de 9.0 a 15 por ciento respecto al cierre de 2012, de 43,705.83 unidades; en todo el mundo, el rendimiento promedio nominal previsto para este año es de 10.2 por ciento.
Al cierre de 2012, la BMV logró ganancias de 17.88 por ciento en tíérmino de pesos y de 26.76 por ciento en tíérmino de dólares (luego de que superó en 23 ocasiones niveles máximos históricos), por arriba de los mercados como Estados Unidos, Londres y Brasil. Con este resultado, se borraron las píérdidas de 3.82 por ciento que registró en 2011.
El presidente de la BMV, Luis Tíéllez, anticipó que Míéxico tendrá un buen año 2013 con un crecimiento por arriba de 3.5 por ciento.
