Los mercados mantienen la tregua a España, que ayer sacó adelante su primera subasta de deuda del año con buena nota y logró reducir el precio que le exigen los inversores por comprar sus bonos, es decir, consiguió abaratar su financiación, que es la clave de la eventual necesidad de un rescate. El Tesoro Público emitió 5.800 millones de euros en diferentes tipos de títulos, 800 millones más de lo previsto, y pagó con una rentabilidad más baja. La única duda es cuánto durará esta calma.
El precio del dinero se mantiene a un nivel históricamente bajo en Europa —los tipos de interíés oficiales se mantuvieron ayer en el 0,75%— y el programa aprobado por el Banco Central Europeo (BCE) para comprar bonos de países con problemas sigue relajando las tensiones sin necesidad de ser aplicado, de modo que los títulos de deuda española se intercambian con más fluidez en los mercados.
El efecto de la subasta del Tesoro a primera hora de la mañana enseguida caló en el mercado secundario, ese en el que los inversores compran y venden esos mismos bonos y letras que en su día compraron directamente al Tesoro, y el bono a 10 años, la principal referencia, pagó un interíés por debajo del 5% (4,95%) por primera vez desde el mes de marzo. El diferencial de interíés con la referencia de Alemania, que es la llamada prima de riesgo, retrocedió en 31 puntos básicos (o 0,31 puntos porcentuales) hasta quedar en 334, el nivel más bajo desde el 20 de marzo (319 puntos básicos).
Aunque la gran bajada de la prima de riesgo se registró justo al terminar la subasta del Tesoro, el discurso del presidente del BCE, Mario Draghi, tambiíén tuvo sus efectos positivos al destacar en la rueda de prensa posterior a la reunión mensual del banco una “mejora significativa†de la confianza de los mercados y que empieza a percibir un “contagio positivo†que acabará calando en llamada economía real, es decir, la economía productiva, este mismo año.
Fue tambiíén una buena jornada para los bonos italianos, que se intercambiaron en el mercado con una rentabilidad del 4,14%. Su prima de riesgo, el diferencial con los germanos, bajó en 19 puntos básicos, hasta los 259.
Y es que al mismo tiempo, el mensaje de Draghi redujo levemente el apetito por el bono alemán —gran refugio del dinero temeroso y por ello bastante poco generoso en los intereses que paga— y el interíés subió una díécima y alcanzó el 1,5%. Por ello tambiíén los diferenciales con España e Italia se contrajeron.
La Bolsa española, en cambio, apenas se movió ayer y acabó la sesión con un avance del 0,15%, en los 8.618 puntos, tras la buena marcha de la jornada del miíércoles. Las subidas de valores como Telefónica y Caixabank, gracias a su exitosa emisión de bonos corporativos, ese día habían tirado del mercado. Ayer Bankinter se sumó a la oleada de emisiones —tambiíén el Popular, Gas Natural y el BBVA han emitido deuda recientemente— y colocó entre más de 150 inversores institucionales una emisión de cíédulas hipotecarias por valor de 500 millones, a un plazo de tres años y medio, y a un precio de 220 puntos básicos sobre mid swap (que es la referencia media europea).
