Los mercados siguen a lo suyo en este 2013, que es subir. El S&P estadounidense está en los máximos desde hace cinco años, y el tirón esta noche del mercado de Tokio propicia que los parquíés europeos se preparen para abrir al alza.
Con el Standard & Poor's en los niveles más altos en cinco años y el índice Nikkei de Tokio subiendo el 1,4% gracias a los millonarios planes de estímulo del nuevo Ejecutivo, los mercados europeos se perfilan para prolongar su excelente arranque de año. Los futuros apuntan a ganancias leves, inferiores al 0,5%, en el Viejo Continente. Solo el repunte de la inflación china aparece como nubarrón en el horizonte de esta mañana.
El relativamente optimista tono de Mario Draghi al hablar de los mercados (la economía de la calle es otra cosa) parece verse refrendado un día más por las cifras. Mientras arranca la temporada de resultados y con el remiendo pactado por los políticos para solucionar el abismo fiscal, Wall Street vuela. Un 0,8% ganó el S&P 500 y cotiza en los niveles más altos desde diciembre de 2007.
Solo por comparar, el Ibex 35 tendría que casi duplicar su nivel actual para volver a rozar los 16.000 puntos, como hizo a finales de aquel año, cuando había estallado la crisis subprime pero aún no había hundido el sistema financiero.
En cualquier caso, la parte buena del mayor apetito por el riesgo a nivel mundial es que la presión sobre España se ha relajado sobremanera. El bono a 10 años está en el 4,9% y el diferencial con la deuda alemana algo por encima de los 330 puntos, despuíés de abrir con ligeras caídas. En este contexto, además, la facilidad con la que el Tesoro colocó ayer 5.800 millones de deuda es otro acicate a favor de la deuda.