AP
WASHINGTON -- Al parecer, habrá que olvidarse de la posibilidad de que el gobierno acuñe una moneda de un billón de dólares como vía para resolver una crisis inminente sobre el límite de endeudamiento del país.
El vocero del Departamento del Tesoro, Anthony Coley, dijo el sábado que ni esa dependencia ni la Reserva Federal consideran que una ley semejante pueda o deba utilizarse para acuñar semejante moneda como vía para evitar una inminente batalla con el Congreso sobre el tope de los príéstamos que puede solicitar el gobierno.
Algunos aliados liberales del presidente Barack Obama habían propuesto esa estrategia.
El gobierno ha llegado a su límite de endeudamiento, de 16.4 billones de dólares. Para finales de febrero o comienzos de marzo, el Tesoro se quedará sin medios para saldar deuda y podría incurrir en impago de los príéstamos otorgados al gobierno.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney dijo que el Congreso tiene dos opciones a su disposición: el pago directo de sus gastos o la declaración de una moratoria, que tendría graves consecuencias para la economía.
En 2011, durante una serie anterior de acaloradas discusiones sobre el límite de la deuda, surgió en internet una propuesta de acuñar una moneda de un billón de dólares. Mediante la idea, que han respaldado el Premio Nobel de Economía Paul Krugman y el congresista demócrata Jerrold Krugman, el Tesoro acuñaría esa moneda (algo que la ley permite si estuviera hecha de platino), y la depositaría en la Reserva Federal, como respaldo de la capacidad de deuda por ese monto. Así, se elevaría en tíérminos prácticos el límite de endeudamiento.
Varios legisladores republicanos y otros críticos han puesto en duda la legalidad de la medida y consideran que íésta generaría un impacto negativo en la compra de bonos del gobierno.