El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, extenderá a pagaríés, bonos, cuentas corrientes y otros productos de ahorro dirigidos a clientes minoristas los mismos topes que a las rentabilidades ofrecidas por los depósitos, del 1,75% a un año, según han informado fuentes financieras.
De este modo, los ahorradores tendrán a partir ahora más dificultades para beneficiarse de las elevadas rentabilidades que las entidades han venido ofreciendo en los últimos meses al calor de la conocida como 'guerra del pasivo', orientada a conseguir liquidez ante la cerrazón en los mercados financieros.
El Banco de España ha decidido dar prioridad a apuntalar la solvencia de la banca tras las exigencias de provisiones y capital derivadas de los sucesivos decretos de saneamiento financiero. Linde trata de evitar que las cuentas de las entidades se debiliten por una estrategia de otorgar elevada rentabilidad para atraer a clientes y prioriza el capital frente a la captación de liquidez por esta vía.
Las 'penalizaciones' en capital de hasta el 1,25% se aplicarán a las entidades que han comercializado todos estos productos desde enero de este año. Así pues, el ratio de 'core capital' que el Banco de España podría exigir pasaría del 9% que la Autoridad Bancaria Europea (EBA) requiere desde enero hasta el 10,25%.
El propósito de Linde es frenar la 'guerra del pasivo' aprovechando sus competencias para fomentar la disciplina de mercado y evaluar la suficiencia de capital de la banca, con lo que no se espera que fije los topes a las rentabilidades de los depósitos y otros productos a travíés de una comunicación oficial, como podría ser una nueva circular.
De hecho, las mismas fuentes han precisado que el control mensual al que Linde someterá a las entidades se articulará a travíés del "poder discrecional" del supervisor para requerir capital adicional si considera que la estabilidad del sector está en riesgo.
El Banco de España ha trasladado estas medidas en varios contactos mantenidos con directivos de entidades financieras a finales de año, que se enmarcan en el diálogo "habitual" entre las partes, han afirmado las mismas fuentes.
Desde el sector se argumenta que no se prevíé una nueva circular para plasmar los cambios sobre depósitos habida cuenta de que el supervisor toma como referencia los criterios de la EBA, que son más exigentes, si bien no descartan que el regulador acabe recurriendo a este tipo de normas.
La patronal, sin "comunicación oficial"
Fuentes de las dos patronales del sector, la Asociación Española de la Banca (AEB) y la Confederación Española de las Cajas de Ahorros (CECA), han informado a Europa Press que no han recibido "ninguna comunicación oficial" por parte del supervisor. Desde el Banco de España se insiste en esta línea y se remarca que no ha comunicado "nada" por escrito a "ninguna" entidad en relación a imposiciones para frenar los 'superdepósitos'.
Otras fuentes consultadas por Europa Press aseguran que estas "directrices" del Banco de España ya se han dejado sentir en el mercado, puesto que la mayoría de los bancos están ofreciendo "precios más bajos" en el interíés de sus depósitos en la primera semana del año. "La nueva regulación ya está teniendo impacto", han asegurado.
Salvaguardar la solvencia de la banca
El Banco de España persigue con estos topes a los depósitos evitar que las maltrechas cuentas de resultados de la banca se vean aún más perjudicadas con la 'guerra del pasivo'. Estas 'penalizaciones' servirían así para no resentir la solvencia de las entidades a causa de luchar por captar los ahorros de los clientes.
En favor de estas limitaciones podría además jugar la tregua que se vive en los mercados financieros con el inicio del nuevo año, que está permitiendo a las entidades emitir deuda a precios más asequibles. Aprovechando la bajada de la prima de riesgo española y la rentabilidad del bono español a 10 años, varias entidades, como BBVA, Popular, Caixabank y Sabadell han emitido bonos y cíédulas hipotecarias a menores costes.