El pleno del Parlamento Europeo (PE) ha aprobado este miíércoles la nueva regulación de las agencias de calificación para limitar la dependencia que de ellas tienen los inversores como quedó patente en la crisis de la eurozona. Los eurodiputados han dado el visto bueno por amplia mayoría con 579 votos a favor, 58 en contra y 60 abstenciones.
Entre las nuevas obligaciones que tendrán que asumir estas entidades para aumentar su transparencia y responsabilidad está la de anunciar previamente cuándo calificarán deuda soberana, unas calificaciones que en cualquier caso solo podrán emitir fuera del horario laboral.
Con la nueva regulación, Bruselas espera que disminuya el monopolio de las tres agencias que en la actualidad se reparten el mercado de forma casi exclusiva, las anglosajonas Moody's, Standard & Poor's (S&P) y Fitch. Para aumentar la transparencia en su actividad, las agencias no podrán, como hasta ahora, limitarse a rebajar o aumentar una nota, sino que deberán justificar quíé factores la explican.
Con el fin de evitar conflictos de intereses, los emisores de instrumentos financieros estructurados de resecuritización tendrán que cambiar de agencia de calificación al menos cada cuatro años, según esa nueva regulación comunitaria.
Las agencias asumirán, además, una mayor responsabilidad ya que con la nueva legislación los inversores podrán reclamar daños a las agencias en caso de píérdidas causadas por una negligencia o infracción grave. Por otro lado, el nuevo reglamento establece que las entidades de críédito y de inversión tambiíén deberán poner en marcha procedimientos internos para evaluar su propio críédito.
Las nuevas medidas para endurecer el marco de las agencias de calificación no han conseguido, sin embargo, apoyos suficientes para incluir la propuesta lanzada en un primer momento por la CE de crear una agencia de notación europea.
El pleno exige una hoja de ruta sobre los eurobonos
El pleno de la Eurocámara ha aprobado este miíércoles una resolución —por 361 votos a favor, 268 en contra y 33 abstenciones— en la que exigen un calendario con plazos específicos para la introducción de eurobonos por considerar que ello contribuiría a la estabilidad de la moneda única.
Los eurodiputados conservadores alemanes del partido de la canciller Angela Merkel y sus homólogos franceses han votado en contra del texto —que contaba con el apoyo de populares, socialistas, liberales y verdes— alegando que esta iniciativa "no es ni factible ni deseable".
"Las euroobligaciones no resolverán los problemas actuales sino que únicamente los desplazarán. Los Estados que necesitan de forma urgente una política presupuestaria viable y una vigilancia estricta podrían continuar endeudándose sin asumir finalmente la responsabilidad", han denunciado