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La morosidad de los críéditos concedidos por la banca española a particulares y empresas marcó en noviembre último un nuevo máximo histórico, al ascender 11,38 por ciento, anunció el Banco de España.
Según la entidad supervisora, los príéstamos adeudados del sector financiero crecieron en dos mil 12 millones de euros en relación con octubre, cuatro meses despuíés de que España solicitara el rescate bancario a la Unión Europea (UE).
De esa manera, los críéditos dudosos -principalmente inmobiliarios con pocas probabilidades de ser reembolsados- alcanzaron en el undíécimo mes del pasado ejercicio 191 mil 630 millones de euros, sobre una cartera crediticia global de 1,68 billones de euros.
En el último año, esos adelantos, que son los que acumulan tres meses seguidos de impagos, pasaron de 134 mil 227 millones a 191 mil 630 millones de euros, para un incremento de 42,7 por ciento, de acuerdo con los datos provisionales publicados por el banco central.
La morosidad en similar período de 2011 era del 7,51 por ciento, más de tres puntos inferior al 11,38 por ciento actual.
Con este nuevo repunte de la mora, resultado de la crisis y de la subida incesante del desempleo, lo cual provoca que cada vez sean más las personas que no pueden afrontar sus deudas, suman ya 17 meses consecutivos de alza de este indicador de impagados.
En junio de 2012, esta nación ibíérica solicitó a la UE un rescate de hasta 100 mil millones de euros para sanear su deteriorado sistema bancario, con una alta exposición a los activos tóxicos tras el estallido en 2008 de la burbuja inmobiliaria. A finales de noviembre, Bruselas aprobó el desbloqueo del primer paquete de ayuda, de unos 40 mil millones de euros, para que el Gobierno español inicie la reestructuración de los cuatro bancos nacionalizados
