El Ministerio de Fomento era, en tiempos de Magdalena ílvarez y Josíé Blanco como titulares del departamento, un modelo de opacidad y descontrol en las adjudicaciones de contratos de obras, servicios y suministros. En la fiscalización de gastos e inversiones por valor de 2.334 millones de euros llevados a cabo en 2009 por entidades dependientes de Fomento, el Tribunal de Cuentas ha echado en falta centenares de expedientes completos sobre obras en carreteras y ha registrado múltiples "deficiencias" parciales en la documentación que recibió del Ministerio.
El máximo órgano fiscalizador del Estado, en un informe remitido al Congreso al que ha tenido acceso El Confidencial, ha necesitado 21 folios para enumerar y esbozar los casos de documentos que el Ministerio se guardó o las lagunas encontradas en los expedientes que tuvo a bien facilitar: 76. El Tribunal concluye que entre tan "significativas omisiones" y "numerosas deficiencias" observadas resulta evidente que los órganos de contratación del Ministerio de Fomento "no han cumplido correctamente con las previsiones de la ley de contratos del Estado" y han impedido la fiscalización completa de las adjudicaciones.
El Tribunal de Cuentas anota en su informe que hay hasta 22 órganos que no han enviado la relación de los contratos celebrados: desde el propio ámbito del ministro hasta la dirección general de Aviación Civil, la dirección general de Transportes por Carretera, la Junta de Contratación, la Secretaría General de Transportes, la Subdirección General de Ayudas, Subvenciones y Proyectos, y 15 demarcaciones de carreteras del Estado.
La opacidad en las adjudicaciones es concienzuda en dichas demarcaciones. "De acuerdo con los datos de la Plataforma de Contratación del Estado y con los propios expedientes remitidos al Tribunal, no se incluyeron en las relaciones 194 expedientes que por su cuantía deberían haber figurado", dice el órgano fiscalizador para despuíés destacar que las zonas de Castilla-La Mancha, Castilla y León, Galicia y Madrid eran las más reacias a mostrar los contratos.
Además de las ausencias de relaciones completas de expedientes de obras en carreteras, el Tribunal constata que, por los datos que ha obtenido de Fomento y lo publicado en el BOE, el Ministerio se ha saltado la obligación de remitirle otros 254 expedientes completos: "Corresponden 246 a la dirección general de Carreteras, uno a la Dirección de la Marina Mercante y siete a la Junta de Contratación". La proporción de expedientes ocultados no es pequeña, pues la cifra total de las adjudicaciones es de 693 en ese ejercicio, de las cuales el Tribunal de Cuentas logró fiscalizar 303.
El órgano fiscalizador incluye en su denuncia otros 242 expedientes en fase de "ejecución total" de los que tampoco ha recibido documentación alguna a este respecto, "por lo que se desconoce su situación". La mayoría tambiíén corresponden a la dirección general de Carreteras.
Además de los cientos de expedientes que no ha podido analizar porque el Ministerio no se los remitió, el Tribunal de Cuentas destaca las múltiples "deficiencias" en los casos en que sí hay datos parciales. Se queja en general de que en los contratos de adjudicación no hay declaración alguna sobre "el modo en que el órgano correspondiente va a supervisar la actuación del contratista".
El periodo fiscalizado por el Tribunal corresponde al ejercicio de 2009, primer año en que el Ministerio de Fomento estuvo dirigido por Josíé Blanco, cuando Josíé Luis Rodríguez Zapatero cambió a Magdalena ílvarez por su 'mano derecha' en el partido en la crisis de Gobierno abierta en abril de ese año.
Director general de carreteras con ílvarez y con Blanco
Durante 2009 estaba al frente de la dirección general de carreteras, el órgano de Fomento que se destacó en no enviar los expedientes al Tribunal de Cuentas, Aureliano López de Heredia. Era un alto cargo que Blanco heredó de Magdalena ílvarez y sólo llevaba cinco meses en el puesto cuando el 'número dos' del PSOE tomó posesión del puesto de ministro. En diciembre del siguiente año, en 2010, y despuíés de algunas desavenencias, Blanco destituyó a López de Heredia para colocar al frente de la gestión de las carreteras del Estado a Josíé María Pertierra