Es momento de dar un paso al frente… o hacia atrás. El próximo 31 de enero expira el plazo de la prohibición a las posiciones cortas -estrategia por la que se toman prestadas acciones para venderlas en el mercado con la esperanza de que su precio caiga, momento en el que los títulos se recompran más baratos y se devuelven-. Esta medida, impuesta desde el pasado mes de julio y prorrogada en noviembre, ha sido muy cuestionada entre los expertos que, en su mayoría, consideran que tiene efectos a corto plazo pero no indefinidamente. Así las cosas, ahora toca dar una señal a los inversores, que necesariamente provocará una reacción. Levantar el veto situará en la diana a bancos, constructoras y empresas con alta exposición al negocio domíéstico. Ampliar la prohibición sólo propiciará que vuelvan a aflorar las dudas sobre España.
Sobre la mesa hay tres opciones, pero la más probable para los expertos es que el veto toque a su fin. “El Gobierno tiene que demostrar que la reestructuración del sistema financiero ha dado sus frutos y que la mejora del entorno bursátil y la prima de riesgo tiene fundamento. El veto altera el funcionamiento del libre mercado y mantenerlo estaría totalmente injustificado en una situación como la actualâ€, apuntan los analistas de XTB Trading.
En una Europa en la que sólo Grecia sigue manteniendo la restricción para los bajistas hasta el próximo mes de abril (el regulador heleno la ha limitado a valores financieros), el mercado da por descontado que España volverá a permitir estas operaciones. “Lo contrario generaría muchas suspicacias, sería como echar por tierra buena parte del rally bursátil de las últimas semanas y volvería a evidenciar síntomas de debilidadâ€, afirman desde Renta 4.
Pero, de levantarse, ¿cuál será la reacción de los mercados? En este punto los expertos tambiíén muestran cierto grado de consenso. “Se apreciará una corrección a la baja. No va a ser nada del otro mundo pero, sumada a la corrección natural que se espera que experimenten las bolsas de todo el mundo a principios de febrero, se notará con más severidad en la bolsa españolaâ€, señalan desde IG.
Otra cuestión obligada es cuáles serán los valores más afectados tras el fin del veto. En IG señalan a aquellos con un comportamiento más cíclico, esto es, la banca, principalmente la mediana, y las constructoras. Bankinter, FCC, Acerinox o Indra son algunos de los valores que hoy en día están más amenazados por los cortos. Este último es el valor del Ibex con mayor presencia de bajistas, al controlar un 7,79% de su capital.
El sector financiero tampoco ha conseguido salvarse del zarpazo de los osos. Al ya mencionado caso de Bankinter (donde el 3,5% del capital está en manos de los bajistas), hay que sumar el de Sabadell (1,78%), Santander (0,55%), Banesto (0,54%), CaixaBank (0,53%), BBVA (0,3%) y Bankia (0,26%), siempre con la última referencia anunciada el pasado día 25 por la CNMV.
Desde el departamento de análisis de Banco Santander se ha mandado una nota a los inversores en los últimos días en la que se da por descontado el fin de la restricción y se apuntaba como principales damnificados a compañías muy expuestas al negocio domíéstico, así como a aquellas con gran apalancamiento, sometidas a un lento proceso de reducción de deuda. En la terna de valores señalados destacan Gamesa, Mediaset, IAG, Sacyr, FCC, ACS o BME.
En el caso del operador bursátil español, la prohibición de posiciones bajistas ha afectado directamente a su margen de beneficio ya que, al reducirse las operaciones, los ingresos tambiíén se han limitado. El valor, “demasiado dependiente del mercado domíéstico por su naturaleza†-en opinión de Santander- es hoy el segundo del Ibex más expuesto a los cortos con un 3,52% de posiciones bajistas.
Veto exclusivo para valores financieros
La tercera opción que se puede plantear es una prohibición sólo para valores financieros. Esto no es nuevo, ya tuvo lugar en agosto de 2011 y blindaría a uno de los sectores que tradicionalmente han sido más atacados por los bajistas, principalmente en los momentos de mayor tensión en los mercados.
"A día de hoy este extremo no es descartable, pero sí parece bastante improbable. Un ejemplo de ello lo podemos encontrar en Grecia, que sí ha prolongado el veto sobre los valores financieros. Sin embargo, sobre la teoría Grecia no es España y, entre otras cosas, ahí es donde lo deberíamos ver", añaden desde Renta 4