Faber espera un "agradable crash"
Las políticas expansivas que han puesto en marcha los principales bancos centrales de todo el mundo tiene unos "peligrosos efectos secundarios" y los mercados no dejarán pasar la oportunidad de hacer pagar a los supervisores por sus errores, asegura el inversor Marc Faber.
"Cuando imprimes dinero, el dinero no se distribuye de forma equitativa en la economía. Fluye hacia algunas personas o algunos sectores primero y, en este caso, se mueve a la renta variable, mientras que hasta hace unos cinco meses estaba en los bonos", afirma el editor del informe The Gloom Boom & Doom en declaraciones a la CNBC.
Tanto la Fed como el BCE o al Banco de Japón llevan meses inyectando liquidez en el mercado a travíés de distintos mecanismos, lo que ha tenido un reflejo positivo tanto en las bolsas como en el mercado de renta fija. Sin ir más lejos, desde que en septiembre la Reserva Federal desplegó su artillería con otra ronda de compras a gran escala de deuda hipotecaria, el índice estadounidense S&P 500 ha subido más del 10%, hasta los 1.500 puntos. Tambiíén los Treasuries se han visto beneficiados y, aunque ahora suben, han rondado mínimos históricos.
Un 'crash' a lo grande
Sin embargo, Faber se muestra pesimista y considera que los mercados "castigarán a los bancos centrales el algún momento con un accidente". En su opinión, un "flujo irregular" del dinero solo puede provocar un colapso en el mercado de bonos y originar una "burbuja" en la bolsa.
"La renta variable ya no está barata. Digámoslo así: las acciones están ya descontando muchas de las buenas noticias", afirmó el inversor.
Faber lleva varios meses advirtiendo de la crisis que están a punto de sufrir las bolsas. El pasado mes de noviembre, aseguraba que en el mejor de los casos los inversores podrían llegar a perder hasta el 20% del valor de sus inversiones.
En este punto, el gurú no ha ocultado su felicidad de cara a que se produzca este hecho, ya que le dará buenas oportunidades de compra. "Por primera vez en los últimos cuatro años, desde los mínimos de marzo de 2009, adoro este mercado porque cuanto más alto suba, más probable será que tengamos un agradable crash, un crash a lo grande", afirmó.