Iberia presentó ayer una oferta a los sindicatos con 3.147 despidos frente a los 4.500 que contemplaba el Plan de Transformación de la aerolínea. La empresa la califica de propuesta final y se niega a dar mayor plazo a las conversaciones, lo que ha sido entendido como una declaración de guerra por sus interlocutores. El frente sindical baraja una huelga a partir del 18 de febrero.
Iberia y los sindicatos que han negociado durante tres meses el ajuste de plantilla y producción llegaron ayer al final de plazo sin acuerdo. Se rompieron las conversaciones y ambas partes se preparan para un posible conflicto. Entre el lunes y el martes vuelven a verse en el SIMA y, de no haber marcha atrás, los sindicatos anunciarán huelgas a partir del 18 de febrero. En la empresa, resignación e incluso hay quien ve en las amenazas "liturgia sindicalista".
El último intento por encarrilar el plan de viabilidad cambiaba ayer de escenario: de la sala del consejo, donde suelen verse la dirección de recursos humanos y los sindicalistas, a una menos noble en la primera planta de la sede madrileña de Iberia. El nuevo terreno de juego se convirtió en campo de batalla donde abundaron las descalificaciones.
La aerolínea fue con un planteamiento que "mejora considerablemente el plan inicial del 9 de noviembre". Pero UGT, CC OO, Sitcpla, USO, Asetma y CTA lo calificaron de "chantaje" y fueron críticos con la decisión de dar por cerrado el proceso.
La dirección ha mantenido durante semanas que podría ir más allá del 31 de enero en las negociaciones, pero solo si restaban flecos. Fuentes oficiales de Iberia resaltan que la propuesta que parte del consejero delegado, Rafael Sánchez-Lozano, goza del visto bueno de IAG, por si hubiera dudas ante la reunión del consejo que se celebra esta mañana para debatir sobre el remate del proceso en la aerolínea española. Desde IAG podría darse un ultimátum de 48 horas a los sindicatos para que sopesen la situación. El holding tambiíén decide hoy si opta por aplicar la reforma laboral si persiste el rechazo, tal y como apuntaba en su primera propuesta de noviembre.
De los 4.500 despidos presentados en noviembre, la firma bajó la cifra a 3.836 el 3 de enero, y la disminuyó de nuevo ayer hasta las 3.147 personas, de un total de 20.000 empleados. La diferencia desde el arranque es del 30% e Iberia asegura que la mayor parte del tijeretazo iría por prejubilaciones.
En materia salarial, el personal de tierra vería recortada la nómina en un 11% y tanto los TCP como los pilotos perderían un 23% del salario, frente al 25% y 35% que se dejaban inicialmente.
Por último, Iberia propone un recorte del 10% en producción, en comparación con el 15% que contemplaba el Plan de Transformación en noviembre. La compañía mantenía ayer dos promesas: aplicar "prioritariamente" el ERE en vigor en la empresa (72/01) y no segregar el handling y el mantenimiento.
Otros puntos del plan
Además de las cifras principales del ajuste, Iberia quiere evitar la regularización al IPC real de 2012; busca la congelación salarial "en todos los conceptos salariales y retributivos para 2013, 2014, 2015 y 2016"; promete revisión salarial en 2017 si se superan los 200 millones de ebit, y marca como condición la congelación de categorías y complementos de antigí¼edad.
Además de las 3.147 bajas (2.273 trabajadores de tierra, 329 pilotos y 545 TCP), Iberia lanzaría un ERE temporal de 580 personas en 2013 (410 empleados de tierra, 99 pilotos y 71 TCP) y de 283 personas en 2014 (152 empleados de tierra, 75 pilotos y 56 TCP). Unas cifras que tambiíén están por debajo de las planteadas el 3 de enero (2.050 trabajadores entre 2013 y 2015).
Los sindicatos recibieron garantías, antes de que se rompiera la mesa, en torno a la actividad de Vueling e Iberia Express: la primera no utilizaría el código Iberia en Madrid ni en rutas de largo radio hasta 2017, y Express quedaría limitada a 14 aviones hasta 2015. Eso sí, la actividad no sería absorbida por Iberia, tal y como se demanda.
Esta oferta de cierre de negociación tiene condiciones en el caso de la producción. Tras la pretendida rebaja del 10% en 2013, Iberia plantea nuevos incrementos del 5% en número de asientos operados por kilómetro de 2014 a 2017, pero solo si gana dinero. En 2013 debe alcanzar el equilibrio en ebit sobre un escenario de facturación de 4.500 a 5.000 millones; en 2014 el ebit debe ser del 3,5%, en 2015 ha de subir al 7,1% y en 2016 se debe consolidar el crecimiento con un 7,6% de ebit sobre ventas. Fuentes sindicales apreciaron ayer que se trata de "objetivos inalcanzables" que ponen en duda la ejecución del plan.