El arbitraje con el que Bankia quiere compensar a los inversores que compraron emisiones de deuda perpetua del grupo será discriminatorio desde el origen. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ha decidido excluir a 120.000 de los 200.000 pequeños ahorradores que suscribieron las colocaciones de participaciones preferentes y deuda subordinada.
Así lo han confirmado fuentes próximas al organismo controlado por el Banco de España y el Ministerio de Economía, que está gestionando este complicado caso de presunto engaño y malas prácticas en las siete cajas de ahorros que componen el Grupo Bankia. El FROB considera que se deben quedar fuera los clientes que ya canjearon sus preferentes en 2011 y la deuda sin vencimiento a la que se le aplicará solo un descuento del 11%, frente al 43% de media del resto de productos híbridos.
La sociedad dirigida por Antonio Carrascosa basa su argumentación en que un amplio número de inversores particulares ya aceptó en marzo de 2011, todavía con Rodrigo Rato en la presidencia, la conversión de las preferentes por acciones de Bankia. Aquella operación, que ascendió a 1.155 millones de euros, consistió en el pago inmediato del 75% del nominal de la inversión en acciones y el desembolso del 25% en varios plazos hasta junio de 2013.
Aquel canje supuso de facto píérdidas millonarias para los clientes, ya que las acciones se derrumbaron desde los 2,85 euros a los que cotizaba en marzo del pasado año a los actuales 0,56 euros. Las minusvalías son latentes porque los inversores no podían vender las acciones recibidas por el 75% del importe inicial si querían percibir el 25% restante. En consecuencia, han perdido al menos el 80% de sus ahorros.
Por este motivo, la lógica apuntaba a que el arbitraje se extendería a todos y cada uno de los afectados. Sin embargo, el FROB ha propuesto excluirlos. Así se lo ha comunicado a Bankia y a KPMG, la firma que se encargará de decidir quíé clientes tienen derecho a ser resarcidos. La entidad financiera ha declinado hacer ningún comentario sobre esta medida, mientras que la consultora tampoco ha querido hacer ninguna valoración.
2.000 millones en el aire
Con esta discriminación, quedarán fuera del arbitraje unos 120.000 inversores, el 60% del total, y unos 2.000 millones de euros, cerca del 40% de los 5.000 millones que cualquiera de las cajas que forman parte de Bankia vendieron en su red de oficinas. Las emisiones que han sido excluidas son principalmente las de Bancaja, mientras que las que sí se atenderán serán principalmente las de Bankia, según fuentes próximas al Banco de España.
Por tanto, KPMG solo tendrá que analizar la idoneidad de devolver el dinero invertido a unos 80.000 clientes del grupo presidido ahora por Josíé Ignacio Goirigolzarri. A este colectivo se le aplicarán los criterios selectivos que está elaborando la consultora en coordinación con Bankia y con el FROB para concluir si fueron engañados y si tienen derechos a recuperar su dinero.
En particular, se estudiará si recibieron la información adecuada, si cumplimentaron el test de conocimientos financieros mínimos para comprar un producto complejo como las preferentes y la subordinada, el historial de riesgo del inversor y si su cartera estaba equilibrada o si el comercial de la oficina le había puesto gran parte de todos los huevos en la misma cesta para beneficiar a la entidad y perjudicar al ahorrador.