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El representante permanente de Brasil en la Organización Mundial de Comercio (OMC), Roberto Azevedo, celebra hoy conversaciones con el viceministro ruso de Asuntos Exteriores Andrei Denisov, con vistas a la candidatura brasileña al puesto de secretario general de la OMC.
Desde el 2008, Azevedo funge como representante permanente de Brasilia ante la OMC y ha estado al frente en su país de organismos encargados de la solución de contenciosos comerciales. Fue viceministro de Exteriores para las cuestiones económicas, financieras y tíécnicas, y director del departamento Económico de la Cancillería.
Con esta visita, Brasilia recabará del apoyo de Moscú a su candidato al foro comercial mundial, y por otra parte, reforzará los nexos de asociación a instancias de los mecanismos globales de concertación como el Grupo Brics (integrado además por China, India y Suráfrica) y el G-20, en el que Rusia ocupa este año la presidencia rotatoria.
Brasil comparte con Rusia las aspiraciones a la defensa del fortalecimiento del sistema multilateral de comercio y el deseo de una conclusión exitosa de la Ronda de Doha, destaca un comunicado al que tuvo acceso Prensa Latina.
Como socios del Brics y el G-20 los dos países cooperan activamente en torno a diferentes cuestiones de la agenda económica internacional, agrega el texto, divulgado por la embajada de Brasil en la Federación.
La visita de Azevedo a Moscú es la primera que realiza un alto funcionario del gigante suramericano este año, despuíés del encuentro oficial sostenido en diciembre aquí por la presidenta Dilma Rousseff con las autoridades rusas.
Durante las pláticas bilaterales, el mandatario anfitrión, Vladimir Putin, ratificó el respaldo del Kremlin a Brasil como candidato "digno", a un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. Moscú, a su vez, está interesado en el apoyo de Brasilia a sus posiciones dentro de la OMC, foro al que ingresó el país euroasiático en agosto de 2012.
Ambos subrayaron en la declaración conjunta la prioridad de la asociación estratíégica ruso-brasileña en el Grupo Brics, para desde esa plataforma contribuir a la construcción de un orden multipolar, más justo y equilibrado.
En el plano bilateral, los presidentes suscribieron el Plan de Acción de Asociación Estratíégica, la base de la colaboración para los próximos años, y presidieron la firma de cinco documentos, entre memorandos y acuerdos de cooperación en el área militar, económico-comercial, las consultas intercancillerias y el deporte.
