La entidad adjudicada a Caixabank reduce un 30% su críédito a clientes, en 5.614 millones de euros, gracias a la cesión de activos a la Sareb. En el último año perdió el 20% de sus depósitos -2.414 millones- pese a que en el último mes del año recuperro 300 millones.
La intervención y el saneamiento de Banco de Valencia ha disparado las píérdidas de le entidad durante 2012 hasta los 3.568 millones de euros de resultado consolidado negativo. En 2011 sus números rojos se habían elevado a 1.298 millones. Según comunicaron ayer los administradores del Frob, de las píérdidas del año pasado ya se han compensado 1.350 millones, mediante las reservas y las operaciones de ampliación y reducción de capital realizadas a finales del año pasado.
El banco que ha sido adjudicado a CaixaBank sufrió durante los últimos doce meses un fuerte adelgazamiento de su balance antes de su proceso de venta. Así, el críédito a la clientela bruto se ha reducido durante el ejercicio 2012 en 5.614 millones de euros, de los que 3.491 millones de euros corresponden al traspaso de activos al denominado banco malo o Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb). Es decir, el 62% del críédito que ha limpiado de su balance se corresponde con el traspaso de esos activos tóxicos a la Sareb.
El valor neto contable de los activos transmitidos por Banco de Valencia a Sareb ha ascendido a 1.894 millones de euros.
Por su parte, la salida de depósitos tambiíén ha sido palpable, con una reducción del 20% respecto a diciembre de 2011, lo que supone 2.414,16 millones de euros menos. Ello a pesar de que la entidad destaca que en diciembre consiguió recuperar 300 millones de recursos de clientes respecto al mes anterior.
Banco de Valencia está negociando actualmente un segundo expediente de regulación de empleo (ERE), despuíés del que ya realizó a finales del año pasado. Está previsto que a finales de este mes se cierre su traspaso a Caixabank.
