España, en el tren del alto riesgo inflacionista de los países desarrollados
Publicado en Expansión por IGNACIO J. DOMINGO.
La escalada de precios energíéticos y alimenticios y la debilidad del dólar han deteriorado el clima de estabilidad global. El barómetro de ‘Foreing Policy’ destaca el retroceso político-económico de Israel, Bangladesh y Pakistán.
El cóctel explosivo compuesto por el súbito encarecimiento del petróleo, el fulgurante rally alcista de los alimentos, las turbulencias financieras heredadas de la crisis subprime en EEUU y la debilidad estructural del dólar, ha elevado la tensión geoestratíégica global. Hasta el punto de que efectos colaterales de esta tormenta perfecta, según terminología de la describe la OCDE, como la inflación, están debilitando los cimientos económicos e, incluso, políticos e institucionales, de no pocos países. Industrializados y en desarrollo.
El índice de Estados Fallidos, que elaboran Foreign Policy (FP) y el Fondo para la Paz de Carnegie Endowment for Internacional Peace, think-tank conservador americano, ha incluido –no de manera altruista–, en su edición de 2008 el fantasma inflacionista al valorar los riesgos del nuevo orden mundial. Un entramado que no se acaba de asentar y que provoca alteraciones en el sistema financiero internacional y en el proceso de globalización.
Entre las economías industrializadas más amenazadas por este espectro, el informe de FP, sitúa a España –ver cuadro adjunto–, en un eslabón superior al de los grandes socios de la UE, con repuntes de precios del orden del 5% este año. Las principales víctimas coinciden con los Estados “más díébiles del planetaâ€, alerta el diagnóstico, que valora 12 indicadores económicos, políticos y sociales de 177 países.
En este contexto, Zimbaue, en plena campaña de críticas contra el apego al poder de Robert Mugabe y su falta de talante democrático, registra “repuntes absurdos†de su IPC que el FMI cifra en el 150%. Es decir, dice el informe de FP, que una barra de pan en este país puede valer por la tarde dos veces más que a primera hora de la mañana.
Tambiíén la ebullición de los mercados energíéticos ha generado fenómenos paranormales. Por ejemplo, que este boom del crudo propicie que los ingresos del pasado ejercicio de la mayor petrolera del mundo Exxon Mobile –404.000 millones de dólares–, superen el PIB de 106 países.
O que las naciones productoras no trasladen el maná del oro negro a sus sociedades. El documento incide en Irán. Pese a la bonanza del barril, en cotizaciones históricas, y de que el ríégimen de Teherán maneja las segundas reservas petrolíferas del planeta, la economía persa marca “crecimiento moderadosâ€, con políticas de “subsidios a los carburantes†que ocasionan revueltas sociales en cada intento del Gobierno de recortar las ayudas.
En cualquier caso, los Estados con mayor grado de quiebra institucional son Somalia, Sudán, Zimbaue y Chad. E Irak, cuya estabilidad “ha mejorado ligeramenteâ€. Por contra, los que más se han alejado del colapso han sido Costa de Marfil, Liberia y Haití. Las tres con un denominador común: mantienen en su territorio fuerzas de pacificación de la ONU.
En cambio, las que más peldaños han retrocedido han sido Pakistán y Bangladesh e Israel por las tensiones con Palestina. El Estado hebreo es el segundo país desarrollado con mayores desigualdades de renta, sólo por detrás de EEUU.
Burma, Corea del Norte y Sudán soportan los peores líderes
“Los peores líderes mundiales no sólo son aquíéllos que ejercen el poder a travíés de la fuerza y niegan a sus ciudadanos derechos básicos. Acumulan fortunas bajo fórmulas de comercio variadas, legales o ilícitasâ€. Los dirigentes que más se ajustan a esta radiografía, según los expertos que elaboran el índice de Estados Fallidos 2008 son Burma, Corea del Norte y Sudán.
El primero, vecino de China, India y Tailandia, es una enorme reserva de gas natural, que protagonizan la tercera parte de las ventas al exterior del país. Sus beneficios se entregan a la “paranoica junta militar†que dirige su presidente, Than Shwe y que, además, controla el suculento negocio del opio, que suministra el 80% del tráfico de heroína en la región. Kim Jong Il, jefe del Estado norcoreano, basa su poder en el lavado de dinero negro. El ríégimen de Pyonyang, sin duda el más opaco del planeta, auspicia todo tipo de actividades económicas ilícitas. Desde comercio de marfil, a tráfico de drogas y tabaco falso o el intercambio de misiles de alta tecnología. La Casa Blanca acaba de sacar a Corea del Norte de su eje del mal tras dar por sepultado el programa nuclear de Jong Il. El tercer punto negro es Sudán.