Iberdrola se prepara para bloquear jurídicamente el asalto de ACS
Publicado en Expansión por M.í.Patiño.
El grupo de energía utilizará todos los vericuetos legales para evitar que la compañía de servicios logre sus objetivos. Entre ellos, aumentar su participación y entrar en el consejo para integrarse parte de los resultados.
El parón vacacional de agosto no calmará los ánimos. Iberdrola, el mayor grupo energíético en bolsa de España, con un valor de 42.000 millones de euros, mantiene las espadas en alto contra ACS. La elíéctrica presidida por Ignacio Sánchez Galán está dispuesta a utilizar todos los vericuetos legales para obstaculizar los nuevos objetivos de ACS.
Tras la venta a Gas Natural del 45% en Unión Fenosa, el grupo constructor quiere concentrarse en Iberdrola, su otra inversión energíética. ACS tiene, de forma directa y a travíés de derivados, algo más del 12% de Iberdrola. El grupo de construcción y de servicios quiere escalar posiciones, hasta alcanzar, como mínimo, el 20% del capital. Incluso, se baraja que, poco a poco, llegue al 30%.
“No pasaránâ€
Sánchez Galán lleva tiempo con la pancarta de “no pasarán†en la puerta de Iberdrola, especialmente dirigida a ACS, grupo presidido por Florentino Píérez. De hecho, al poco tiempo de que el grupo constructor irrumpiera por primera vez en el capital de la elíéctrica (septiembre de 2006), inició una batalla jurídica contra lo que consideraba un ataque hostil.
Ante la Comisión Nacional de Energía (CNE), ante el Ministerio de Industria y ante los tribunales, Iberdrola ha tratado durante meses de impedir que ACS pueda ejercer sus derechos en la compañía.
La clave jurídica hasta ahora siempre ha estado en la presencia simultánea de ACS en Fenosa e Iberdrola. í‰sta era la principal línea argumental de Iberdrola en su batalla jurídica, de íéxito relativo. Contra las peticiones de la compañía presidida por Galán, que apelaba a la normativa que impide a un inversor ejercer derechos por encima del 3% en más de un grupo del sector energíético, la CNE permitió a ACS ejercer íntegramente los suyos en las juntas de Iberdrola. La CNE se limitó a imponer ciertas condiciones (no estar en el consejo –algo que no ha pedido hasta ahora– y no ejercer influencia en aspectos como la política comercial o los planes de inversión, por ejemplo).
Nuevo escenario
Sin embargo, la venta de Fenosa por parte de ACS abre ahora un nuevo escenario, con implicaciones legales de consecuencias imprevisibles.
Una vez fuera de Fenosa, ACS defiende su derecho a estar en el consejo de Iberdrola, algo que pedirá tarde o temprano, una vez materializada la venta. Entre otras razones, ACS quiere estar en el consejo de Iberdrola para dar más fundamento a su argumento de que tiene influencia significativa en la elíéctrica. Este tíérmino jurídico-empresarial va a marcar en los próximos meses las relaciones entre ACS e Iberdrola, por todas las implicaciones que acarrea. Además del movimiento estratíégico que supone para ACS en el nuevo mapa energíético en España, con su asalto a Iberdrola, el grupo de construcción y servicios persigue un objetivo financiero: compensar en sus cuentas, con la integración por puesta en equivalencia de Iberdrola, el hueco que deja Fenosa, cuyos beneficios se los había apuntado hasta ahora por integración global.
Para poderse integrar una sociedad por puesta en equivalencia, una compañía necesita demostrar que tiene influencia significativa. Según la normativa, se presupone que se da esta circunstancia si se tiene el 20% del capital o más, a no ser que existan pruebas en contra. Con menos participación, tambiíén se puede demostrar, si se está en el consejo de esa sociedad.
Fuentes cercanas a Iberdrola explican que, a fecha de hoy, todo sigue igual. ACS sigue en el capital de Fenosa. Además, no ha pedido estar en el consejo de Iberdrola. Por otra parte, que se sepa, tampoco ha superado el 7% de capital en la elíéctrica de forma directa, considerándose además que el 5% que tiene en derivados no son títulos propios en realidad.
En todo caso, en Iberdrola consideran que la posibilidad de que ACS pueda utilizar el míétodo de puesta en equivalencia será un asunto de análisis, y no niegan que habrá que estudiarlo desde el ámbito jurídico. Iberdrola está firmemente decidida a no dar acceso a ACS en su consejo. A pesar de la reciente renovación de un puesto (Samantha Barber, que sustituyó el pasado viernes a Nicolás Osuna), en Iberdrola explican que el máximo órgano de gobierno está al completo, con quince miembros, y no se esperan renovaciones hasta 2010.
Los estatutos permiten un máximo de 21 miembros, pero cualquier nueva incorporación o cambio en el actual número de consejeros debe someterse a la junta para su aprobación.
Más de un año litigando
· Desde comienzos del pasado año, Iberdrola ha tratado por varias vías jurídicas de limitar los derechos políticos de ACS en el capital.
Recurso tras recurso
· El grupo elíéctrico ha recurrido las decisiones en contra de la Comisión Nacional de Energía y del Ministerio de Industria.
Otro escenario
· Cuando ACS salga de Fenosa, puede pedir consejeros en Iberdrola y aumentar su participación. Ya tiene permiso legal para llegar al 24,9%.