Los ministros de Economía de la eurozona se plantean fijar un tope a la cantidad de dinero del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) -cuya dotación total asciende a 500.000 millones de euros- que podrá usarse para recapitalizaciones directas de la banca con el fin de no agotar sus recursos.
"La posibilidad de imponer un límite (a las recapitalizaciones directas) está definitivamente en la agenda", ha dicho el nuevo presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, al tíérmino del encuentro, aunque ha eludido dar más detalles alegando que el pacto sobre el tope no puede considerarse cerrado hasta que no haya acuerdo sobre todos los aspectos de la recapitalización directa.
El problema es que la adquisición directa por parte del fondo de acciones en un banco en crisis es una inversión mucho más arriesgada, y que por tanto consume mucho más capital, que si se da un príéstamo al Estado del mismo importe. De ahí el debate del Eurogrupo sobre si es necesario reservar una determinada cantidad de fondos del MEDE para rescatar países.
Una opción que se explora es invitar a la participación del sector privado en las recapitalizaciones directas para poder disponer así de más capital, según ha explicado el ministro de Finanzas holandíés.
"La posibilidad podría ser interesante bajo una serie de condiciones: no queremos poner en riesgo el rating del MEDE y no queremos ampliar el capital o las garantías que aportan los Estados miembros. Pero la posibilidad de implicar al capital privado seguirá desarrollándose", ha dicho Dijsselbloem.
El objetivo sigue siendo que el Eurogrupo llegue a un acuerdo sobre esta cuestión y sobre el conjunto del marco operativo de la recapitalización directa, incluyendo la cuestión de la retroactividad, durante el primer semestre de 2013.
Dijsselbloem se niega a descartar píérdidas a los depositantes chipriotas
Dijsselbloem se ha negado a descartar, pese a las repetidas preguntas de la prensa, que se vayan a imponer píérdidas a los depositantes en bancos chipriotas y una reestructuración de la deuda como parte del rescate. "Estamos examinando todos los instrumentos que podríamos utilizar en el programa que preparamos para Chipre y no podemos decir nada más hasta que lleguemos a un acuerdo, que no será antes de marzo", se ha limitado a señalar.
En cambio, el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, sí ha dicho que "no hay propuestas de la Comisión en esta línea". "La intención de la Comisión es garantizar un reparto justo de los costes de reestructuración o liquidación de los bancos chipriotas en línea con prácticas pasadas y con las reglas de ayudas de Estado de UE", ha apuntado. "Estamos trabajando en una solución que garantice al mismo tiempo la sostenibilidad de la deuda y la estabilidad financiera en Chipre", ha explicado.
Según un documento confidencial preparado para el Eurogrupo publicado por el 'Financial Times', la UE se plantea imponer una quita a la deuda chipriota y a los depósitos bancarios. Ello reduciría el coste del rescate de Nicosia de 16.700 a 5.500 millones de euros.
Una quita a los depositantes "no la aceptaríamos en ninguna circunstancia" y es una posibilidad que "no permite avanzar de ninguna forma", ha dicho el ministro de Finanzas chipriota, Vassos Shiarly, a su llegada a la reunión del Eurogrupo.
Piden una auditoría externa a Chipre
Los ministros de Economía de la eurozona han acordado pedir una auditoría independiente en Chipre a cargo de una empresa privada con el fin de verificar si la isla aplica correctamente la legislación contra el blanqueo de dinero. La auditoría es una nueva condición previa para el rescate que Nicosia ha pedido al Eurogrupo, y que se retrasa de nuevo al menos hasta finales de marzo.
"Es necesario no sólo estar seguros de que se ha aprobado toda la legislación sino tambiíén que en la práctica esta legislación se aplica en las instituciones financieras", ha explicado el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem al tíérmino de la reunión.
Si se detectan deficiencias, ha proseguido el ministro holandíés, "podrían acordarse precauciones extra en el memorándum de entendimiento" con las condiciones del rescate. La auditoría a cargo de una empresa privada es una exigencia de Alemania, que teme que el dinero del rescate acabe en manos de la mafia rusa.