Endesa ha decidido ajustar costes en España debido al perjuicio sufrido por los constantes cambios regulatorios aprobados por el anterior ministro de Industria, Miguel Sebastián, y el actual, Josíé Manuel Soria. Así, la compañía presidida por Borja Prado se ha visto obligada a poner en marcha expedientes de regulación de empleo (ERE) en sus plantas de ciclo combinado y ha propuesto rebajar hasta un 50% el sueldo de los nuevos empleados del grupo.
La empresa española controlada por la italiana Enel ha anunciado que va a empezar a adelgazar su plantilla en su planta de San Roque (Cádiz) debido a las píérdidas ocasionados por la paralización de la actividad. Este ciclo combinado, como los restantes cuatro que tiene repartidos por España, no entran en funcionamiento porque las energías limpias tienen preferencia a la hora de atender la demanda energíética nacional, tal y como les ocurre a los de Iberdrola y Gas Natural Fenosa.
"Debido a las medidas regulatorias y al incremento desmedido de las renovables, que han paralizado la actividad de los ciclos combinados, Endesa se ha visto obligada a adoptar estas medidas con el objetivo de evitar despidos", ha señalado oficialmente la empresa energíética.
Con este fin, Endesa ha ordenado que los trabajos de mantenimiento que estaban subcontratados en estas cinco plantas sean realizados por la plantilla interna. En segundo lugar, ha propuesto ajustar los turnos a la actividad real, trasladar al personal a otras áreas, fomentar las bajas incentivadas y analizar la conveniencia de aplicar un ERE por reducción de jornada.
La compañía considera que la situación de sus ciclos combinados es insostenible puesto que estas instalaciones, que en su día fueron altamente subvencionadas, están en píérdidas. En el caso de la planta de San Roque, Endesa ha decidido amortizar 15 puestos de trabajo, cerca de la mitad de la plantilla dedicada a las áreas de operaciones, mantenimiento y servicios tíécnicos. Asimismo, la empresa va a reducir el coste de las subcontratas.
Endesa tiene cinco ciclos combinadas en la península ibíérica. Además del de San Roque, el grupo cuenta dos plantas en Barcelona (Besos 3 y 5), otra en Huelva y una cuarta en As Pontes (La Coruña). En total, suman 3.467 megawatios de potencia instalada, de los que 408 corresponden a la del centro gaditano. Sin embargo, en los nueve primeros meses de 2012, la actividad de estas plantas cayó un 33,8%, el peor comportamiento de todas las líneas de generación de electricidad del grupo.
Conflicto sindical
El ajuste en los ciclos combinados no es la única medida adoptada por Endesa para recortar costes tras las decisiones regulatorias del actual Gobierno, que van a penalizar sensiblemente la cuenta de resultados de las tres grandes elíéctricas. Borja Prado ha propuesto endurecer las condiciones del Convenio Colectivo del que disfrutan los empleados del grupo con decisiones como rebajar hasta un 40% el salario de los empleados que comiencen a trabajar en la compañía, reducir los días de vacaciones, no subir el sueldo en función del IPC o la eliminación del derecho a tener la luz gratis.
Estas iniciativas han provocado un profundo malestar entre los sindicatos, que han roto las negociaciones con la empresa. La tensión es tal que a finales de diciembre Endesa, cuyo eslogan es “luz, gas, personasâ€, decidió suspender el acto en el que iba a entregar la medalla a los trabajadores que llevaban 20, 25, 30 o 40 años en la compañía. Para intentar aunar posturas se ha creado una comisión delegada que hasta el momento no ha dado frutos.
Endesa es la segunda elíéctrica en ajustar su estructura ante los constantes cambios regulatorios. La primera fue Iberdrola, que el pasado año comunicó la decisión de recortar en 1.200 personas su plantilla en todo el mundo. De esta cantidad, 400 correspondían a España, adelgazamiento que se hizo de común acuerdo con los sindicatos.
