Un estudio realizado por el Ministerio de Economía de ese país determinó que el PBI per cápita subiría en un 0.1% en la UE y en un 0.2% en EE.UU. con el acuerdo, solo al abolir las barreras de aduanas.
El ministro alemán de Economía, Philipp Rí¶sler, quiere que la Unión Europea y Estados Unidos alcancen un amplio acuerdo transatlántico de libre comercio en lugar de conformarse con el pacto limitado que prefieren algunos países del sur de Europa.
Rí¶sler dijo a la revista Der Spiegel que íél y el Gobierno alemán desean un acuerdo exhaustivo de libre comercio, mientras que Francia y los países del sur de la UE quieren proteger su industria agrícola con regulaciones y tambiíén mantener fuera los alimentos estadounidenses con especies geníéticamente modificadas, señaló la revista.
Rí¶sler tiene el apoyo de un estudio del grupo de estudios económicos Ifo, que dijo que las ventajas de la zona de libre comercio serían mayores con un trato a gran escala.
“Estamos luchando para conseguir un gran hito y no estamos buscando sólo un consenso mínimoâ€, dijo Rí¶sler a Der Spiegel. “Sería perjudicial poner límites en la agenda para las conversaciones ante de tiempo y excluir ciertos sectoresâ€, sostuvo.
El estudio Ifo, realizado por el Ministerio de Economía, determinó que el Producto Interno Bruto per capita subiría en un 0,1 por ciento en la UE y en un 0,2 por ciento en Estados Unidos con el acuerdo sólo al abolir las barreras de aduanas.
Pero podría esperarse un beneficio mayor si los gobiernos introducen estándares tíécnicos y de seguridad comunes, así como normas de competencia, señaló Ifo.
Estados Unidos y la UE quieren empezar a negociar en junio un amplio tratado de libre comercio, pero el plan se enfrenta a muchos obstáculos antes de que pueda ayudar a reavivar a los dos mayores economías del mundo.
El acuerdo sería el más ambicioso desde la formación de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en 1995, que abarca la mitad de la producción mundial y un tercio del comercio.
Pero despuíés de un año de conversaciones preparatorias entre Bruselas y Washington sigue habiendo grandes diferencias, como la resistencia de la UE a la importación de alimentos estadounidenses con modificaciones geníéticas.
Una vez el Congreso de Estados Unidos sea notificado y los 27 países de la UE acepten el avance de las conversaciones, ambas partes esperan llegar a un acuerdo para finales de 2014, una fecha límite bastante ajustada en conversaciones comerciales internacionales.
El acuerdo tiene apoyo al más alto nivel y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, lo mencionó este año en su discurso ante el Congreso, mientras que la presidencia británica del G-8 este año lo considera un pilar de su mandato.
Los aranceles a la importación a ambos lados del Atlántico ya se limitan a una media del 4 por ciento, y las conversaciones se centran en armonizar los estándares, desde los cinturones de seguridad de los coches hasta los productos de limpieza del hogar, y en la regulación de servicios.
(Reuters)
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