El doctor calamidad, más conocido como Nouriel Roubini, cree que a pesar de los esfuerzos para minimizar los efectos de los recortes de gastos automáticos, o secuestro, que se aproximan el próximo 1 de marzo, el impacto será significativo.
"No parece que habrá un acuerdo de último minuto sobre el secuestro... la pregunta ahora es ¿cuánto tiempo va a durar el secuestro", dijo a The Daily Ticker durante una entrevista.
Si se prolonga durante varios meses, Roubini reconoció que "el arrastre fiscal será de otro 0,7% o 0,8% de la economía", lo que podría conducir "a otra crisis en los mercados financieros y a otra rebaja de la calificación de la deuda soberana", indicó.
En este último pulso político entre los republicanos y los demócratas, Roubini indicó que la ventaja se ha desplazado ahora a los republicanos.
"Durante las negociaciones sobre el abismo fiscal, todo el poder de negociación estaba en manos de los demócratas porque las medidas automáticas implicaban un aumento de los impuestos", dijo. "Esta vez, implican un recorte del gasto, de ahí que los republicanos tengan más control", añadió.
Renta variable y la Fed
En lo que a la renta variable se refiere, Roubini reconoció que no ha sido sólo el estímulo monetario de la Fed lo que ha conducido al alza a los mercados, pero tambiíén "la política monetaria no convencional" del Banco Central Europeo, el Banco de Japón, el Banco de Inglaterra y el Banco Nacional Suizo. Ese estímulo está dirigido a impulsar el crecimiento económico, y podría haber ayudado, pero, según su parecer, "la economía mundial está desacelerándose".
En el cuarto trimestre, las economías más importantes del mundo como EEUU, Reino Unido, Japón y la zona euro se contrajeron, y podrían hacerlo aún más debido a los recortes de gasto a este lado del Atlántico, apuntó Roubini. "El núcleo de la zona euro ya lo ha hecho y ahora EEUU tiene que hacerlo... y cuando se sincroniza la contracción fiscal, los efectos negativos sobre el crecimiento económico son peores", reiteró.
El profesor de la NYU prevíé un 1,6% de crecimiento del PIB en los EEUU este año, lo que sería el ritmo más lento de los últimos tres años. Dicho esto, del lado positivo, prevíé un crecimiento en la construcción de viviendas, industria y energía, principalmente por la "revolución del gas de esquisto". Del lado negativo: grandes recortes en el presupuesto del gobierno.
"Creo que vamos a sufrir el secuestro", concluyó, "por lo que arrastre fiscal podría ser del 2% del PIB", que se verá compensado por algunos factores positivos.