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Autor Tema: MENOS TRANSPARENCIA Y MUCHA MíS HONRADEZ  (Leído 158 veces)

Potto

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MENOS TRANSPARENCIA Y MUCHA MíS HONRADEZ
« en: Febrero 22, 2013, 12:05:55 pm »
La publicación de asientos contables que supuestamente habrí­an formalizado los tesoreros del PP entre 1990 y 2009, ílvaro Lapuerta y Luis Bárcenas, fue desmentida en cuanto a su veracidad tanto por los exadministradores como por la secretaria general de dicho partido, Marí­a Dolores de Cospedal. Esta última insistió en la transparencia con la que actúa el Partido Popular, mencionando tanto la doble auditorí­a, interna y externa, a la que se están sometiendo sus cuentas como la actuación anunciada por la Fiscalí­a. Todo ello sin siquiera plantearse la hipótesis  de que los movimientos contabilizados pudieran ser lí­citos. Pero el mero hecho de que el presidente del Senado, Pio Garcí­a Escudero, admita como cierta la concesión de un príéstamo personal de cinco millones de pesetas impide aceptar sin más la teorí­a de la conspiración que De Cospedal manejó hace unos dí­as calificando los actos circulantes de maniobra para perjudicar al PP y al Gobierno de Rajoy. El anuncio de que el partido emprenderá acciones legales contra quienes reproduzcan la supuesta contabilidad paralela se enfrenta al derecho a la información. La presentación del dinero evadido y recientemente regularizado por Bárcenas como una cuestión privada que no interpelarí­a al PP ni al Gobierno y la negación de la existencia de sobresueldos en B  no parece suficiente, a estas alturas, para que el partido de Rajoy despeje las sospechas. Cuando menos ha de asumir la responsabilidad de esclarecer los hechos invitando a los dirigentes consignados en los asientos contables a hacer públicas sus respectivas declaraciones de renta de aquellos años, renunciando a la presentación de querellas contra medios de comunicación para cambiar tal amenaza por argumentos más convincentes que deberí­a exponer de inmediato el propio Rajoy.

La defensa de la presunción de inocencia no evita que la opinión pública perciba opacidad allá donde el PP asegura ser claro y vea tramas fraudulentas cuando la dirección popular descubre sólo un comportamiento individual censurable. Es posible que el presidente Rajoy y su partido se sientan en la necesidad de ganar tiempo esperando que el transcurso de los dí­as y el propio enredo que acompaña a las noticias de corrupción diluyan el escándalo. Pero deberí­an tener en cuenta que probablemente el “caso Bárcenas” con sus diversas variantes, ha acabado con la paciencia ciudadana.