Endesa ha anunciado que obtuvo un beneficio neto consolidado de 2.034 millones de euros en 2012, lo que supone una reducción del 8% respecto de 2011. Este descenso se ha debido, según la compañía, fundamentalmente al efecto de las medidas regulatorias aprobadas por el Gobierno en 2012, que suponen la reducción de la remuneración de determinadas actividades reguladas en España y al menor margen de la generación en Chile debido a la menor utilización de las centrales hidroelíéctricas.
La generación de electricidad de Endesa en el periodo ascendió a 141.434 GWh, superior en un 2% superior gracias al incremento de la generación tíérmica convencional, y las ventas de electricidad se situaron en 162.490 GWh, con un aumento del 0,1%. Los ingresos han aumentado un 3,8%, hasta 33.933 millones de euros, debido fundamentalmente a los mayores precios de venta. Sin embargo, la mayor producción tíérmica convencional y la menor producción hidráulica han provocado un aumento del coste de combustibles. De esta manera, los costes variables se han incrementado en un 6,6%. Por su parte, los costes fijos alcanzaron la cifra de 4.013 millones, con un aumento del 1,8%. Las sinergias obtenidas entre Enel y Endesa alcanzaron los 1.048 millones, que, sumadas a otros planes de eficiencia han supuesto un ahorro total de 1.307 millones.
A pesar del incremento de los ingresos, el resultado bruto de explotación (Ebitda) se ha visto afectado por el impacto de las medidas de reducción de las retribuciones reguladas en España, que se han aplicado en 2012. Esta situación ha provocado el descenso en esta partida del negocio de España y Portugal en un 5,7%, mientras que, en Latinoamíérica, el resultado de explotación ha retrocedido un 1% por la menor producción hidroelíéctrica, que se ha debido a la fuerte sequía que ha afectado a Chile. Así, consolidado ha experimentado un descenso del 3,6%, hasta 7.005 millones.
Por su parte, el resultado de explotación (Ebit) ha experimentado una reducció del 5,1%, situándose en 4.418 millones de euros. El EBIT incluye el saneamiento de diversos activos, como el realizado en la Central Nuclear Santa María de Garoña, en activos de la actividad de minería en España y en la central de Tarapacá en Chile, por un importe total de 146 millones.