Hoy es otro día de esos en los que la actualidad nos proporciona hechos ambiguos. Por un lado las cifras del paro nos muestran que la tormenta no cesa y la lista de las personas que buscan sin desmayo un empleo se alarga ya por encima de los cinco millones. En clara correlación, la lista que acoge a los intríépidos cotizantes de la Seguridad Social se acorta peligrosamente y está a punto de perder el escasísimo nivel de los 16 millones . Es evidente que una lista es demasiado larga y la otra demasiado corta para que un país que se pretende estable y con futuro.
Claro que en el lado celtibíérico del asunto deberíamos despreocuparnos al menos por uno de los nuevos integrantes de la lista, el señor Bárcenas, quien supongo podría pasarse sin necesidad de usar la red de apoyo social. Aunque tambiíén quedaría compensado el movimiento con la inclusión de una nueva candidata al paro, si triunfa la tesis del secretario de Organización del PSOE en Huelva, quien ha expresado su deseo de que la Ministra de Empleo Báñez se dedique a hacer “punto de cruz†en su pueblo. Como ven los políticos no solucionan nuestros problemas, pero hay que reconocer que nos entretienen (¿o se desesperan?) mucho. Son como niños.
Ahora vamos al lado bueno del asunto. El paro crece, pero es verdad que lo hace a un ritmo sensiblemente menor a como lo viene haciendo desde que se desencadenó la crisis hace seis años. La cifra de este mes es la mitad de la registrada en 2012 y menos de la tercera parte de la correspondiente a 2009. Aprovechen, porque sobre cosas así debemos sustentar el optimismo. Claro que la solución llegará cuando detengamos la sangría del empleo y seamos capaces de crearlo no en cantidades de decenas de miles, sino de millones. Aún nos falta mucho para ello, pero mientras la solución aparece, podemos sonreír pensando en que no es del todo inverosímil una próxima inflexión de la tendencia negativa del empleo. Lo siento, menos es nada.
Por aquí en Euskadi, tenemos tambiíén otra buena noticia que nos da el lehendakari cuando tras asegurar que la situación económica es endiablada, afirma que su Gobierno “está apuntalando la fachada y profundizando en mejorar los cimientos de este paísâ€. La intención es inmejorable y la actuación meritoria pues, hasta ahora ninguno de los inquilinos hemos oído un solo golpe de piqueta.
Buen fin de semana