Las bolsas de plástico de un solo uso o las tierras infrautilizadas sirven de base a Andalucía para crear impuestos propios. En total, la autonomía tiene ocho de estos gravámenes, con los consiguientes costes de implantación y recaudación.
Sin embargo, este esfuerzo normativo sólo le genera a la autonomía que preside Josíé Antonio Griñán 12 millones de euros de recaudación de los 15.000 millones de ingresos tributarios totales que obtiene.
De hecho, los impuestos propios únicamente suponen de media el 1,8% de los ingresos tributarios de las autonomías, según muestra el informe Los impuestos propios de las comunidades autónomas que ha elaborado el Consejo General deEconomistas-Economistas Asesores Fiscales (Reaf).
Es una normativa con altos costes de control, ya que establece en muchas ocasiones requisitos a futuro y durante muchos ejercicios. Por ello, en muchos casos, los costes de gestión superan la recaudación que se obtiene, denuncia el Reaf. Sin embargo, las comunidades no dejan de crear nuevos impuestos y de modificar los ya establecidos.
A esto se suma que, a menudo, algunos de sus impuestos propios les suponen a las autonomías numerosos pleitos que se alargan varios años con empresas que alegan que la región grava el mismo concepto dos o, incluso, tres veces.
Por su parte, las asesorías jurídicas y fiscales de las empresas implantadas en varias autonomías consumen buena parte de su tiempo en el cumplimiento de estas obligaciones tributarias, que les generan un importante coste. A menudo, estos conflictos acaban en los tribunales. Muchas comunidades gravan conceptos muy similares pero lo hacen de forma diferente, lo que complica la planificación de las empresas.
Además, en los últimos meses el Estado ha decidido plantar batalla ante el Tribunal Constitucional (TC) para intentar tumbar los tributos de las comunidades que gravan lo mismo que elEstado –aunque hubieran creado antes el impuesto, como es el caso de las tasas judiciales catalanas–, o para anular los que considera que exceden a sus competencias, por ejemplo, la tasas a los depósitos bancarios de Extremadura, Andalucía y Canarias.