El exsubgobernador del Banco de España, Javier Aríztegui, era el responsable de llevar “el día a día de la supervisiónâ€, según declaró Miguel Fernández Ordóñez, gobernador de esta institución en la Audiencia Nacional, que investiga el caso Bankia. Esta función le confiere a Aríztegui un papel clave para conocer el detalle de lo ocurrido en la crisis de Bankia, que está bajo la investigación del juez Fernando Andreu, tras haber exigido 22.424 millones de dinero público.
Además, Aríztegui, por su condición de subgobernador, ocupó otro puesto muy relevante: presidente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que es la UVI de las entidades, y es responsable de inyectarles el dinero de los contribuyentes. A finales de diciembre de 2010, el FROB colocó 4.465 millones en el Banco Financiero y de Ahorros (BFA), matriz de Bankia, para reforzar su capital. En septiembre de 2011, los inspectores del Banco de España analizaron la entidad y alertaron de que era muy difícil recuperar el dinero colocado. “A pesar del superávit de fondos propios existentes, se estima dudosa la devolución de fondos del FROBâ€, afirmaron en un informe de la inspección que vio la luz en diciembre de 2011, cinco meses despuíés de que Bankia saliera a Bolsa.
Aríztegui conocía esta situación por ser subgobernador, pero la cuestión es si advirtió al FROB del riesgo que asumía. “¿Tomó alguna medida usted en el FROB para evitar este riesgo ante la alerta temprana de los inspectores?â€, le preguntó Andríés Herzog, abogado de UPyD, uno de los denunciantes de Bankia en este caso.
Aríztegui lo negó. Justificó su actitud porque “la labor del supervisor es absolutamente confidencial, como marca la leyâ€. Explicó que la supervisión que hace el Banco de España en Bankia no se lo dice a la CNMV ni ningún otro organismo “porque me lo prohíbe la ley. Puedo ser subgobernador del Banco de España pero en el FROB estoy como presidente de la comisión rectora; puedo conocer la situación de Bankia y de otras entidades pero el FROB como tal no conoce eso, lo conoce el Banco de Españaâ€.
El número dos de Ordóñez restó validez a los “informes de seguimiento†de la inspección, pese a que la mayoría de los conocidos, han sido premonitorios. “Los equipos de trabajo, 15 o 20 personas, vuelcan sus opiniones en los documentos de trabajo, el informe de seguimiento, que son de ámbito interno del Banco de España. Los informes de seguimiento son borradores de trabajo, donde sus miembros de los equipos plasman sus opiniones. No es un documento que sirve para tomar decisiones a la comisión ejecutiva para pedir por requerimientos cambios ni medidas ejecutivasâ€.
Pero todo esto no puede salir de los muros de esta institución. “Si los supervisores dijeran a los mercados todo lo que conocemos de las entidades, en España y todo el mundo, no existirían los mercados ni la supervisión porque los supervisores conocen la realidadâ€, afirmó. Por eso justificó no se realizara ningún aviso a los mercados.
El subgobernador comentó que, pese a los apuros que sufría BFA, el Banco de España no impidió que su filial Bankia anunciara que iba a repartir dividendos por el 50% de los beneficios. “El FROB le había dado el príéstamo a BFA, no a Bankiaâ€, aclaró.
Los inspectores tambiíén dijeron en diciembre de 2011: “La matriz BFA no es una entidad viable, diagnóstico que es compartido por el presidente de BFA†[Rato ]. “A nivel individual, cabe señalar las dudas que genera las valoraciones de las acciones de Bankia en el activo de BFA, que es un muy relevante para la solvenciaâ€. El letrado le preguntó si íél FROB valoró ese riesgo.
Aríztegui comentó que cuando con BFA sacó a Bolsa Bankia “se analizó si se deterioraba la calidad del FROB como acreedor. Entendimos que salir a Bolsa y venderlo era ponerlo en valor para obtener el precio más adecuado. Entendimos que no había un deterioro, que era legalâ€. Luego llegó el desastre.
Durante toda la declaración en la Audiencia, que duró casi cuatro horas, Aríztegui negó que el Banco de España aprobara el plan de recapitalización de Rato presentado el 4 de mayo de 2012, en las vísperas de su dimisión. “Nos entregaron un borrador para que empezáramos a mirarlo. Los mercados estaban nerviosos. Europa daba mucha guerra porque el euro podía caer y la pieza estratíégica era España. Si no se convencían de que trabajábamos a fondo, probablemente hubiíéramos arrastrado a la moneda, era un dramaâ€. Entonces, el ministro de Economía, Luis de Guindos, “habla con el presidente de Bankia†y tomó los mandos en la crisis, comentó. “Cuando se tomaron estas decisiones [las reuniones con los grandes banqueros que terminaron con la salida de Rato] ni el gobernador ni yo estábamos en Madrid, sino en Basileaâ€.
Otro de los temas del interrogatorio fue si forzaron la fusión de Caja Madrid con Bancaja. “El Banco de España ni conmina ni amenaza. Bancaja quería seguir en solitario y le dijimos que su plan era irrealâ€. “Nosotros nunca casamos a nadie, lo que hicimos fue presentar a dos amigosâ€, resumió. “El plan de integración de ambos era razonable, era viable y lo apoyamosâ€. Luego llegó la realidad y los ciudadanos pagaron la factura.