http://lamenteesmaravillosa.com/eneagrama-tipos-de-personalidad/El eneagrama, nueve tipos de personalidad, ¿tú quien crees ser?
Autoevaluarnos, descubrir nuestra personalidad, superarse, o desprenderse de una etiqueta impuesta desde el nacimiento, se puede analizar y modificar, mediante una herramienta en psicología denominada: eneagrama.
La tíécnica del eneagrama descubre como es nuestro tipo de personalidad o ego. Cuanto mayor es nuestro ego, menor capacidad tendremos para asumir y aceptar lo que no está en nuestras manos, y con ello, aumentaremos el nivel de sufrimiento individual. Explica nueve formas de pensar, sentir y actuar, íntimamente ligadas con nueve estilos de desarrollo personal, detallando la relación causa/efecto que producen nuestras reacciones, fruto de la personalidad que arrastramos desde la niñez. Si trabajamos profundamente con nosotros mismos, observándonos y liberándonos de reacciones automáticas que nos hieren y dañan a quienes nos rodean, habremos conseguido alejarnos de etiquetas que condicionan nuestra vida en libertad.
El eneagrama, identifica a quíé grupo de personalidad pertenecemos. Una vez detectado el tipo, es necesario aprender a trabajar los puntos díébiles y las limitaciones, tratando de conseguir como objetivo final, una superación personal y una actitud diferente para enfrentarse al mundo.
Tipos de personalidad:
Perfeccionista: Construye su vida y gana afecto de su entorno siendo perfecto. Se considera superior. Encasilla a los demás por fallos cometidos. Le inquieta cometer errores. Meticuloso y extremadamente crítico consigo mismo. Compulsivo y metódico. Irascible, con predisposición al resentimiento. Tendencia a pensamientos extremistas: blanco o negro/bueno o malo.
Altruista: Obtiene afecto de su entorno ofreciendo ayuda. Manipula la vida de los demás. Ofrece una entrega personal de forma altruista y generosa. Evita sus propias necesidades confundiíéndolas en ocasiones con las ajenas. Obtiene satisfacción sintiíéndose indispensable. Necesita libertad. Modifica su personalidad para llenar las necesidades de otros. Genera empatía como estrategia para ganar o frenar el afecto de los demás.
Ejecutor: Obtiene cariño, a travíés del íéxito y de su imagen que resulta imprescindible. El trabajo es su interíés principal. Los sentimientos desaparecen mientras lo lleva a cabo. Competitivo y eficaz. Teme el fracaso. Su corazón y sentimientos, se resguardan ejecutando su labor, (Soy lo que hago). Asume como real, la imagen ficticia que quiere dar.
Romántico: Desea lo inalcanzable, lo difícil de conseguir. Evita lo ordinario. Su autoestima es baja. Vive la vida como un representación teatral (comedia, drama,) afronta la vida con poca valentía, sienten afinidad con las artes dramáticas y el arte. Son personas melancólicas, sensibles y profundas emocionalmente.
Observador: Necesita privacidad y no involucrarse. Se aleja del afecto y de las emociones. Necesitan entornos donde protegerse y limitar el contacto. Para sobrevivir, se conforma con disponer de tiempo y un kit elemental. Crea compartimentos donde dividir parcelas de la vida. Desea conocer la clave del funcionamiento del mundo.
Soldado: Suelen evitar la acción. Ansiosos y leales. Escíépticos que temen ser traicionados. Su lema es: pensar en lugar de hacer. O bien se someten, o se sublevan contra la autoridad. Se identifican con las causas de los menos favorecidos. Lideran la oposición. Miedo a reconocer la propia ira, y temor a la ira de los demás.
Epicúreo: Desean llevar una vida maravillosa. Elaboran grandes ideas. Buscan trabajos placenteros. Contagian entusiasmo. Evitan el sufrimiento y el conflicto. Su defensa es atacar con el encanto y optimismo.
Jefe: Son controladores impulsivos. Se resguardan con la protección y el poder. Demandan el contacto y la defensa de los suyos. Establecen reglas en su vida laboral y personal. Le inquieta la justicia y evitan la debilidad. Necesitan marcar límites. En sus acciones no existe tíérmino medio.
Mediador: Habilidad para relacionarse con todos. Buscan la neutralidad. Evitan conflictos. Actúan por rutina. Incómodos con los cambios, son reacios a †decir que noâ€. Le cuesta aislarse. La rabia o el enfado les supone distancia y separación. En cierta forma son pacientes y testarudos y esperan que el tiempo solucione los conflictos.
Observíémonos y colguemos nuestra etiqueta, hay mucho en juego, como decía el filósofo. Arthur Schopenhauer: “La personalidad del hombre determina por anticipado la medida de su posible fortunaâ€.