Los grandes fondos internacionales han puesto tíérmino a la cuarentena decretada sobre España en el otoño de 2010 cuando el expresidente Zapatero mostró sus cartas a los tiburones de Wall Street excitando la voracidad de lo que luego se dio en llamar los “malditos especuladores†financieros. Las tornas han empezado a cambiar en el preludio de una primavera que acaba ser anticipada en la reciente Spanish Small & Midcaps Conference celebrada hace quince días en la sede del IESE en Manhattan por más de 30 instituciones inversoras de lo más granado de Estados Unidos.
Los principales mercaderes de la deuda han pasado definitivamente la página del eventual rescate soberano del Reino de España y han acudido raudos y solícitos a la convocatoria organizada conjuntamente por Bolsas y Mercados Españoles (BME y la sociedad de valores JB Capital Markets, fundada por Javier Botín. El ‘cónclave’ se saldó con más de un centenar de encuentros ‘one to one’ a lo largo de una jornada intensa de trabajo en la que participaron una decena de empresas medianas del Ibex 35, entre las que destacan Abengoa, Indra, Sacyr, Mediaset, Jazztel, Gowex, Ebro Foods o Prosegur.
La fiebre inversora de Estados Unidos ha vuelto a subir algunos grados en el termómetro gíélido de la crisis a raíz del convenio contra la doble imposición fiscal que fue suscrito a mediados de enero por el embajador Alan D. Solomont y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Los grandes fondos institucionales del otro lado del Atlántico son beneficiarios directos de una estrategia de internacionalización que otorga a su inversión carácter preferente y facilita la reducción de cargas impositivas a la hora de repatriar los beneficios de sus negocios en España.
Marcas de referencia ineludibles de la industria del dinero como puedan ser Soros, Paulson, Blackrock o KKR, además de los Goldman Sachs, Morgan Stanley, Prudential y demás bancos de inversión o entidades de seguros cíélebres de Wall Street están empezando a situar a España en el camino de su permanente peregrinaje a la 'Meca financiera'. Los primeros pasos son los más difíciles dado el punto de desconfianza que ha deparado la economía nacional, pero ahora que las riendas se están soltando la estrategia del Gobierno no es otra que extender la alfombra roja para que los viejos amigos de la era de la abundancia pasen hasta la cocina de las necesitadas empresas españolas.
La Cámara de Comercio España-Estados Unidos tiende puentes
No sólo se trata de buscar novios de relumbrón a las grandes multinacionales, sino tambiíén de encontrar apoyo intensivo de capital para medianas y pequeñas compañías que están obligadas a desplegar sus proyectos en un mercado global inexorable. Precisamente íéste es uno de los cometidos que orienta la celebración del próximo Spain Economic Forum organizado por la Cámara de Comercio España-Estados Unidos y que tendrá lugar el viernes 10 de mayo en el cíélebre NASDAQ de Nueva York.
El encuentro contará con más de 150 asistentes, entre altos ejecutivos, gestores de fondos, analistas financieros y dirigentes institucionales de ambos países. El objetivo general del Foro consiste en restaurar el más valioso conocimiento sobre la situación actual y las perspectivas de la economía española a travíés de un amplio panel estructurado en diferentes áreas de interíés. Los más altos representantes del Gobierno español presentarán las grandes líneas de la política reformista y las nuevas regulaciones destinadas a garantizar la seguridad jurídica de las inversiones en nuestro país.
En un segundo turno de debate se abordará la reorganización del mercado financiero español llevada a cabo a partir del rescate bancario y sus implicaciones en el sector inmobiliario. Los principales banqueros españoles tienen previsto cerrar filas para defender la eficacia de la SAREB como estereotipo de ese banco malo creado como contrapartida para asegurar el saneamiento y liquidez de las antiguas cajas de ahorros nacionalizadas o en proceso de reestructuración.
Los dos últimos bloques de análisis se dedicarán al sector industrial, tanto en lo que concierne al papel de las grandes corporaciones españolas en los mercados de las ‘telecos’, energía e infraestructuras como tambiíén a la perspectiva de la innovación y el liderazgo tecnológico como punta de lanza para el estímulo del sector exterior. El Foro se convierte así en una oportunidad exquisita para que el Gobierno de Rajoy se sacuda el 'síndrome Zapatero' y vuelva a presentar cartas credenciales ante la comunidad financiera e inversora de Estados Unidos.
