El sector financiero se ha convertido en el gran damnificado del rescate de Chipre. El temor a un contagio y a las incertidumbres políticas y económicas que se abren en la isla mediterránea ha vuelto a abrir la caja de Pandora en un sector que había nadado en una balsa de aceite desde finales del pasado año. Ahora, el escenario es totalmente distinto. En apenas dos sesiones, el Ibex ha caído un 3,5% y las acciones de sus bancos han perdido entre un 6% y un 9% de su valor en el parquíé, dejando un agujero entre todas las entidades que asciende a casi 9.000 millones de euros.
Por entidades, Banco Santander se deja más de 3.600 millones entre lunes y martes, BBVA 3.070 millones, CaixaBank casi 1.000 millones, Banco Popular más de 580, Banco Sabadell 480 y Bankinter 175.
En bolsa, estas cuantías se traducen en caídas en dos sesiones de más de un 9% para Popular y Sabadell, de más de un 7% para BBVA y CaixaBank, del 6,9% para Bankinter y de un 5,9% para Banco Santander. Si bien de entre todos los valores del Ibex sólo Viscofan y Amadeus consiguen mantenerse en positivo tras estas dos últimas sesiones, el sector financiero acompañado de Mapfre (un valor altamente expuesto a las tensiones en la deuda que cede un -4,7% en dos días), Arcelormittal (-6,3%) y Sacyr (-9,5%) es el que más cae con diferencia.
La sobredimensión del sector financiero chipriota es el sello característico de un sistema al que los expertos califican de “hipertrofiadoâ€, en el que sólo países como Islandia e Irlanda han padecido desequilibrios semejantes. De los 70.000 millones de euros que tienen los bancos de Chipre en depósitos (el producto de inversión sobre el que pretende aplicar nuevas tasas la troika) se calcula que más de 20.000 están en manos rusas, muchos de ellos procedentes de sociedades opacas. El minúsculo tamaño del país y un peso en la economía europea diez veces inferior al de Grecia, le da un poder de negociación muy limitado.
En opinión de Daniel Pingarrón, analista de IG, "en caso de que se apruebe en la votación del Parlamento chipriota el borrador de las condiciones de rescate, este nuevo capítulo de la crisis del euro podría darse por terminado, y las subidas en las bolsas volverían (con permiso de la reunión de la Reserva Federal). En caso contrario, las negociaciones continuarían, buscando un acuerdo en la distribución de las cargas. De no alcanzarse ningún acuerdo, las tensiones sí que podrían recrudecerse al abrirse un escenario de salida del euro que, pese a presumirse soportable, carece de precedentesâ€.
Esta llamada a la cautela se reproduce entre los distintos expertos. Desde Unicorp, Miguel íngel Paz cree que “vamos a asistir a una clara recogida de beneficios en un sector que en los próximos días va a ser el que más se vea afectado por cada decisión que se produzca en torno al país. Nosotros estamos recomendando hacer un alto en el camino y reducir la exposición de nuestras carteras en el sector financieroâ€.
Desde Bolsa 3, íngel Mínguez cree que el sector bancario es el que más va a sufrir ante una situación incierta en la que todo puede suceder. “Es tiempo de alejarse de estos valores, tal vez durante unos días o semanas y esperar a que escampe para volver a tomar posiciones. Por ejemplo, si se diera una quiebra de la banca chipriota, el efecto en el mercado sería más psicológico que cuantitativo, lastrando la cotización del sectorâ€.