Los osos volvieron a hacer acto de presencia ayer, pero de nuevo el intento se quedó flojo en intensidad y no fueron suficientemente contundentes como para romper resistencias. Chipre sigue siendo el foco de preocupación en la zona euro y, a la espera de que se resuelva la situación, los inversores optan por tomar precauciones.
A pesar de todo, el zarpazo bajista no ha hecho correr la sangre hasta el río. "los osos aprietan pero no ahogan y todavía consideramos precipitado dar por canceladas las posibilidades de ver mayores alzas", explica Joan Cabrero, analista de ígora A.F., por lo que las esperanzas para los alcistas todavía siguen en pie antes del cierre semanal.
En España, los ojos de los inversores se dirigen hacia la resistencia de los 8.530 puntos del Ibex y hacia el soporte de los 8.250 puntos, por lo que, "dependiendo del hueco que acabe cediendo tendremos pistas que apuntarán bien hacia una continuidad alcista o bien hacia un contexto más correctivo", apunta el analista.
Ayer las dudas llegaron tambiíén a Wall Street, que sufrió una jornada de corrección de sus índices, en especial del Nasdaq, que se dejó más del 1%.
En este contexto de incertidumbre, el euro es uno de los más perjudicados y ayer perdió de nuevo la zona de los 1,29 frente al dólar. La rebaja de la agencia de calificación S&P del rating de Chipre desde 'CCC+' a 'CCC', ha dado el golpe de gracia necesario para llevar al euro hacia la zona de mínimos anuales.
Los datos macro que marcarán el cierre semanal se centran en las encuestas de confianza empresarial en Francia y el IFO en Alemania. En EEUU, la Reserva Federal (Fed) revisa los datos de la producción industrial del país.