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Autor Tema: WEN: LíDER POBRE O POBRE LíDER…  (Leído 122 veces)

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WEN: LíDER POBRE O POBRE LíDER…
« en: Marzo 24, 2013, 06:16:27 pm »
Por… BEATRIZ DE MAJO C.




A lo largo de una díécada fueron muchas las veces que Wen Jiabao se pronunció con íénfasis sobre los temas relacionados con el avance hacia la democracia, el respeto a la institucionalidad y a las libertades individuales sin que se haya producido nunca un “Pari passu” en el manejo de la dinámica china en esos campos durante los largos años de su administración.

¿Cuántas veces habló de democracia y de sociedad armónica sin que el paí­s consiguiera avanzar un ápice en alcanzarla?

En la ví­spera de su salida del poder, Wen deja un legado de incongruencias a su sucesor y termina su mandato siendo percibido como un funcionario de buenas intenciones, de ideas algo progresistas, sin que ellas fueran acompañadas con ejecutorias que las sustentaran.

Tampoco en el terreno económico el gobernante consiguió generar una percepción de coincidencia entre lo que decí­a y lo que finalmente hací­a o lograba. No era un ejecutor, no pasaba de ser un formulador.

Su credibilidad terminó severamente dañada por esa incapacidad de llamar a la crisis por su nombre o por prometer más de lo que podí­a extraer de la compleja circunstancia externa e interna que envolvió a su paí­s durante los últimos años de su gobierno. Sus planes y propósitos económicos de recuperación y de consolidación de progreso no pasaron de ser simples eslóganes.

Su alocución de entrega del cargo ante el parlamento chino, la que comprende una anticipación al devenir futuro del paí­s sobre la base de lo alcanzado hasta el presente, deja el mal sabor de lo que el polí­tico no pudo o no supo hacer.

Para China el anuncio del premier saliente de una tasa estimada de crecimiento de apenas 7.5 % para 2013 es una verdadera catástrofe que capitaliza entera y negativamente Wen.

Hasta allí­ los llevó su lí­der. Al entregarle a su paí­s ese legado no se inmutó al asegurar que sus conciudadanos deberán remar con fuerza para conseguir alcanzar lo que será la peor expansión de los últimos 23 años.

Lo mismo se aplica a otros terrenos en los que tambiíén existe un abismo entre lo que Wen proclamaba como conducta deseable para los lí­deres nacionales y lo que ocurrí­a en su entorno cercano e incluso en su medio familiar.

El hombre deja sus responsabilidades despuíés que su familia amasó una obscena fortuna bajo su mirada indiferente y mientras este proclamaba la necesidad de una batalla frontal a la corrupción en los estamentos gubernamentales.

En su discurso de entrega del cargo ante el parlamento tuvo el desparpajo de exigir a sus relevos una mejor supervisión del ejercicio del poder y el compromiso de evitar la excesiva concentración de privilegios entre las manos de las personas que los gobiernan.

No puede decirse que el “Abuelo Wen” fue un hombre anodino y ni siquiera gris.

Posiblemente cí­nico y hasta indiferente ante la responsabilidad que atañe al gobernante de una de las naciones más poderosas del planeta.

Es el tipo de individuos que se falla a sí­ mismo sin que tal situación lo desvele.

Suerte en sus vidas…


•... “Todo el mundo quiere lo máximo, yo quiero lo mínimo, poder correr todos los días”...
 Pero nunca te saltes tus reglas. Nunca pierdas la disciplina. Nunca dejes ni tus operaciones, ni tu destino, ni las decisiones importantes de tu vida al azar, a la mera casualidad...