El presidente de Francia, Franí§ois Hollande, anunció que serán las grandes empresas las que paguen la tasa del 75 por ciento prevista para aquellos que ganen más de un millón de euros al año.
En una entrevista concedida a la principal cadena pública, "France 2", el jefe del Estado precisó que mantiene así uno de los estandartes de su campaña electoral, pero que no serán los contribuyentes quienes directamente se hagan cargo de la tasa.
En su cuarta comparecencia televisiva de este tipo desde que accedió al cargo en mayo del año pasado, Hollande aclaró que su idea "no es castigar a las grandes compañías", sino hacer que colaboren "en estos momentos tan difíciles, en los que se les pide tanto a los empleados".
"¿Acaso no pueden hacer este esfuerzo durante dos años quienes están en lo más alto de las remuneraciones?", señaló el presidente, recalcando tambiíén que es necesario que las grandes firmas sean transparentes respecto a los sueldos que perciben sus empleados.
"Cuando la remuneración de los jefes sobrepase el millón de euros, será la empresa la que asuma el impuesto del 75 por ciento", explicó en esa intervención, subrayando que desde el principio había adelantado que la situación "iba a ser difícil para todo el mundo durante dos años".
Despuíés de que el Consejo Constitucional le obligara a cambiar esa ley, este paso fue recibido con escepticismo en los primeros análisis ofrecidos por los medios, que consideran que la modificación de una de las principales promesas electorales puede quedarse en algo simbólico.
En primer lugar, según "Le Monde", por el escaso número de asalariados que reciben más de un millón de euros al año, y en segundo porque las empresas podrían optar por recurrir a fórmulas indirectas para evitar esa tasa, como las acciones o "stock options".