Aerolíneas de todo el mundo han hecho todo lo posible en los últimos años para reducir el peso que tienen, con la vista puesta en la disminución de las necesidades de combustible y el aumento de las ganancias.
Así que si el peso es una preocupación clave para las operaciones de las compañías aíéreas, ¿por quíé no cobrar a los pasajeros con sobrepeso, así como exceso de equipaje? Al menos un economista piensa que es una gran idea.